La Piedra del Sol es una figura redonda en forma de disco que dispone de basalto de olivino con inscripciones de la cosmogonía mexicana. El disco o Piedra del Sol trajo para México el comienzo de la astrología la cual había sido desarrollada durante la conquista española y posteriormente olvidada. El descubrimiento se llevo a cabo durante el siglo XVIII en la Plaza Mayor de México, allí fue hallada luego que la enterrada con el relieve hacia abajo y muy bien enterrada para que la pieza no fuese destruida por los evangelizadores españoles en la época colonial.
La piedra dispone de 3,60 metros de diámetros, 122 centímetros de grosor y un peso de más de 24 toneladas. La Piedra del Sol había pasado a ser un elemento importante en el estudio sobre el pasado indígena y como fuente de símbolos prehispánicos que se fueron añadiendo a la identidad mexicana. Para la época la piedra era colocada en varios sitios uno de ellos en la pared de la catedral metropolitana. Mientras que para la actualidad se puede encontrar en la sala Mexicana del Museo Nacional de Antropología.
Su descubrimiento se llevo a cabo el 17 de diciembre de 1790 mientras se realizaba una excavación a un lado de la plaza del DF.
