Las Explosiones en Guadalajara ocurrieron el 22 de abril de 1992 alrededor de las 10:05 de la mañana al Oriente de Guadalajara en el barrio céntrico de Analco, llegando afectar las colinas Atlas, San Carlos y las Conchas. Las explosiones destruyendo 15 kilómetros de calles y dejaron numerosas pérdidas humanas y materiales. Según cifras oficiales, las explosiones causaron la muerte de entre 210 y 700 personas, dejaron casi 800 heridos y unas 15.000 personas sin hogar. Pero cifras no oficiales indican mayores números en bajas.
Luego de las investigaciones se pudo conocer las explosiones se dieron a raíz un derrame de gasolina que se produjo en el poliducto de Salamanca-Guadalajara exactamente en Álamo Industrial, en dicha zona además se ubicaban hidrocarburos que habían sido descargados por las plantas industriales. Los gases explosivos se fueron acumulando, y más tarde se produjeron los impactos explosivos.
El 19 de abril de 1992 los vecinos de la calle Gante habían reportado al Ayuntamiento de Guadalajara sobre un fuerte olor a gasolina en las calles que también salía de las tomas de agua, y que además salía humo de las alcantarillas. Trabajadores del Ayuntamiento y de Protección Civil acudieron a la calle Gante para la evaluación, donde se encontraron fuertes niveles de gasolina y otros hidrocarburos, pero indicaron que no era necesaria una evacuación de la zona.

Explosiones
En la mañana del 22 de abril columnas de humo blanco comienzan a brotar de las alcantarillas. A las 10:05 a.m. ocurren las primeras dos explosiones, la primera en la esquina de la Calzada Independencia y la calle Aldama, y la segunda explosión en el cruce de las calles Gante y 20 de noviembre. Tres minutos después, a las 10:08 a.m. se registra una tercera explosión que proyecta por los aires a un autobús de la ruta 333 perteneciente a la empresa Alianza de Camioneros Jalisco A.C. (hoy Tutsa) en la esquina de Gante y Nicolás Bravo. A las 10:12 a.m. se registra una cuarta explosión en la Av. González Gallo. A las 10:23 a.m. ocurre una quinta explosión en el cruce de Gante y Calzada del Ejército. Cuerpos de rescate y voluntarios comienzan a llegar.
Alrededos de las 10:30 a.m. comienza la evacuación del barrio de Mexicaltzingo mienras se registra una sexta explosión en el cruce de las calles 5 de Febrero y Río Bravo. Se presentan nuevas explosiones: la séptima explosión a las 10:43 a.m. en la esquina de calles Gante y Silverio García; la octava explosión a las 11:02 a.m. en el cruce de la Av. Río Nilo y Río Bravo. Las últimas dos explosiones se registraron alrededor de las 11:15, una en el cruce de Río Pecos y Río Álamo, y la otra en González Gallo y Río Suchiate.
Investigación
Durante la etapa de investigación muchos de los responsables se culparon unos otros. El gobierno señala como principal responsable a los funcionarios de Pemex, mientras que Pemex responsabilizaba al gobierno. Poco después se confirma que las explosiones se debieron a una fuga en una tubería de Pemex.
La investigación determinó que unas tuberías de agua nuevos hechos de cobre revestido de zinc fueron emplazados cerca de una tubería de acero perteneciente a Pemex. La humedad de la tierra produjo que los metales de ambas tuberías tuvieran una reacción electrolítica, ocasionando la corrosión de la tubería de Pemex, creando un agujero que provocó que una fuga de gasolina al subsuelo y a la tubería municipal.
El diseñó del alcantarillado permitía que los líquidos fuesen bombeados con éxito, pero no así los gases. Los gases de la fuga de gasolina se fueron acumulando, y una chispa era suficiente para desencadenar las explosiones.
Como consecuencia de este hecho se realizaron numerosas detenciones de personas presuntamente implicadas en la omisión que provocó serie de explosiones. Sin embargo, los detenidos fueron exonerads y nadie fue condenado por los hechos.
En el 2088 fue construido un monumento llamado Estela en San Sebastián de Analco, como parte de un homenaje a lo ocurrido y además para que las personas no se olviden de la explosión que dejo varios muertos, heridos y varias pérdidas materiales. Después de numerosas protestas públicas que denunciaban una presunta negligencia, el gobernador Guillermo Cosío Vidaurri dimitió del cargo y fue luego reemplazado por Carlos Rivera Aceves.