Revolución haitiana (1791-1804)

La Revolución haitiana fue una insurrección de esclavos en la colonia francesa de Saint-Domingue que culminó con la abolición de la esclavitud en la isla, y la proclamación del Primer Imperio de Haití.

La Revolución haitiana fue la primera insurrección de esclavos afro-americanos, y a su vez, el primer movimiento independentista de América Latina. Tras varias semanas de organización en secreto, la rebelión se inicia la noche del 21 al 22 de agosto de 1791 cuando miles de esclavos en la colonia francesa de Saint-Domingue comienzan a asesinar a sus amos durante horas de la noche, sumergiendo a la isla en una guerra civil. Durante los siguientes diez días los esclavos tomaron el control de la provincia del norte. A mediados de septiembre todo el norte estaba en llamas, los blancos sobrevivientes tuvieron que atrincherarse en algunas guarniciones aisladas. La Revolución haitiana tuvo una importante influencia de los ideales de la Ilustración y la Revolución francesa, particularmente de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea Constituyente francesa en 1789, que postulaba el principio de libertad e igualdad ante la ley para todos los hombres, así como el derecho de resistencia a la opresión. Pero los conflictos durante las Guerras revolucionarias en Europa que colapsaron a Francia fueron determinantes para el éxito de la Revolución haitiana.

Durante la revuelta en Haití, Francia se encontraba convulsionada en medio de su propio proceso revolucionario y una guerra europea estaba por estallar. El gobierno francés envió tres comisionados con tropas para restablecer el control de la colonia. Para formar una alianza con la «gente libre de color» (en francés: gens de couleur libres) y lo esclavos rebeldes, los comisionados franceses jacobinos Sonthonax y Polverel procedieron a abolir la esclavitud en la colonia. Seis meses más tarde, la Convención Nacional, el primer gobierno francés tras la Revolución francesa, liderada por Robespierre y los jacobinos, aprobaron la abolición de la esclavitud y la extendieron a todas las colonias francesas; ante el asombro de Estados Unidos y los países europeos. Durante los inicios de la Revolución haitiana emergieron dos facciones: los rebeldes esclavos al norte de Saint-Domingue, liderados por Toussaint Louverture; y las «gentes libres de color» al sur, lideradas por André Rigaud.

Batalla de Vertières, 18 de noviembre de 1803. Último enfrentamiento de envergadura durante la Revolución haitiana. Los esclavos liberados vencieron a las fuerzas expedicionarias de Napoleón Bonaparte.
Batalla de Vertières, 18 de noviembre de 1803. Último enfrentamiento de envergadura durante la Revolución haitiana. Los esclavos liberados vencieron a las fuerzas expedicionarias de Napoleón Bonaparte.

Cuando estalla la Guerra de la Primera Coalición en Europa, los haitianos revolucionarios luchan a favor de los franceses contra la invasión británica y la invasión española en el territorio de Saint-Domingue. En 1795 culmina la guerra entre Francia y España con el tratado de Basilea, en virtud del cual España cede a Francia su colonia situada en la parte oriental de La Española, donde más tarde sería fundada la República Dominicana en 1844. En 1797 los británicos se retiran de la isla, severamente golpeados por epidemias infecciosas de la zona. Una vez que culminan las invasiones extranjeras en Saint-Domingue, las dos facciones de la Revolución haitiana se enfrentan en una cruenta guerra civil, la «Guerra de los Cuchillos», que culmina con la victoria de Toussaint. Entre 1802 y 1803 las fuerzas napoleónicas intentan recuperar el control de la isla, pero tras ser derrotados, el 1 de enero de 1804 se declara la Independencia, y el 22 de septiembre se proclama el Primer Imperio de Haití.

Época colonial

El navegante genovés Cristóbal Colón arriba a La Española el 5 de diciembre de 1492, en lo que actualmente se conoce como Môle Saint-Nicolas. Antes de partir, Colón deja un contingente de hombres en la isla quienes fundan el asentamiento de La Navidad. Los indígenas de la isla fueron sometidos al sistema de encomienda, que los obligaba a trabajar como esclavos en las plantaciones y minas de oro. Pero los europeos trajeron consigo enfermedades infecciosas que eran endémicas en Europa, para las que los nativos americanos no tenían defensas naturales, lo que produjo una catástrofe demográfica. La primera epidemia de viruela en el continente americano ocurrió en La Española en 1507.

Ante el el colapso de la mano de obra indígena, los europeos suplantaron mucha de la mano de obra por inmigrantes europeos y especialmente esclavos africanos. A mediados del siglo XVIII, Saint-Domingue era una colonia francesa bajo un férreo sistema esclavista, con una población de unos 300 000 esclavos frente a apenas alrededor de 12 000 blancos y mulatos.

A finales de siglo XVIII las colonias francesas del Caribe producían un tercio de los ingresos galos. Saint-Domingue producía dos tercios del azúcar del mundo, además de importantes cantidades de algodón y café, entre otras mercancías. Para el momento que estalla la Revolución haitiana en 1792, habían entre 465 000 y 510 000 esclavos; entre 25 mil y 50 mil negros libres; y entre 30 mil y 40 mil colonos blancos. La población esclava superaba a la de los europeos por más de mil por ciento.

Influencia de la Revolución francesa

En 1787 se comienza a gestar la Revolución francesa con la convocatoria de los «Estados generales» que más tarde se proclamaría como Asamblea Nacional en junio de 1789. El 14 de julio de 1789 ocurre la Toma de la Bastilla en París; la revolución en Europa ya era inevitable. El 26 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente francesa proclama la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Pero a pesar que estableció los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y de todos los hombres sin excepción, no se refirió expresamente a la condición de las mujeres o la esclavitud pero, sería igualmente el documento precursor de los derechos humanos.

Ante la revolución en Europa, los blancos burgueses de Saint-Domingue vieron la oportunidad de despojar a los funcionarios reales del control de la isla, para así abolir las regulaciones comerciales y acrecentar sus riquezas. Los hombres de color libres o «gentes libres de color» (en francés: gens de couleur libres) reclamaban a Francia la igualdad de derechos desde antes de la Revolución haitiana. Un grupo liderado por Julien Raimond y Jacques-Vincent Ogé se dirigieron ante la Asamblea Nacional francesa, y más tarde a la Convención Nacional, consiguiendo la proclamación de la igualdad de derechos para todos los hombres libres. Ogé regresó a Saint-Domingue en octubre de 1790, considerando que la proclamación de la Asamblea Nacional incluía el derecho al voto, pero el gobernador general, el vizconde de Blanchelande, se negó a permitir a los libertos votar. El 23 de agosto, Ogé, con ayuda de Jean-Baptiste Chavannes, forman una milicia de mulatos cerca de Le Cap y se levantan contra el gobierno de la isla. Las autoridades coloniales reprimieron la revuelta, y los insurrectos huyeron al lado español de la isla, pero los ibéricos se negaron a darles refugio y los entregaron el 20 de noviembre. Ogé fue ejecutado el 6 de febrero y Chavannes el 23.

Revolución haitiana

La Revolución haitiana fue planificada durante varias semanas. La noche del 14 al 15 de agosto los esclavos de plantación de Lenormand de Mézy hacen el juramento de venganza contra los hombres blancos en una ceremonia vudú en Bois Caïman, liderada por el esclavo jamaicano y houngan Dutty Boukman. Es allí cuando establecen la fecha de la revuelta para la noche del 21 al 22 de agosto. Los esclavos del distrito de Limbé se sublevaron antes de tiempo, y pronto todo el estado de Chabaud estaba en llamas.

Como estaba planeado, el 21 de agosto se inicia la revuelta general. Los líderes revolucionarios Jeannot Bullet, Jean-François Papillon y Georges Biassou comienzan a destruir las plantaciones Clément, Noé, Molines y Flaville y arrasan al estado de Tremes. El 23 de agosto, Bouckman marcha con unos 2 mil insurgentes desde Acul hacia distrito de Limbé, masacrando en el camino a los blancos y los negros leales. Entre el 30 y 31 de agosto, Boukman con el apoyo de unos 15 mil insurgentes intenta atacar Le Cap, donde se se habían refugiado los blancos sobrevivientes al ataque inicial, y donde el gobernador general se había atrincherado con las milicias. Pero el ataque a Le Cap es repelido.

El 2 de septiembre ocurren los primeros enfrentamientos en las montañas Charbonnière. Una columna de tropas coloniales enviadas desde Port-au-Prince ataca a un contingente de mulatos liderados por Rigaud, Louis-Jacques Beauvais, Pierre Pinchinat y Jean-Pierre Lambert que se concentraban en la zona; pero los colonos fueron derrotados en Croix des Bouquets. A mediados de septiembre todo el norte de Saint-Domingue se encontraba en llamas. Los blancos que sobrevivieron buscaron refugio en algunas guarniciones aisladas.

Para 1792 los esclavos rebeldes ya controlaban un tercio de la isla. El éxito de la revuelta de los esclavos hizo que la Convención Nacional en Francia que había sido recientemente elegida en Francia se diera cuenta de que se enfrentaba a una situación que debía ser solucionada. Para proteger los intereses económicos de Francia, la Asamblea otorgó derechos civiles y políticos a hombres de color libres en las colonias en marzo de 1792.

El 29 de abril de 1792 la Asamblea Nacional nombra tres comisionados civiles para resolver la situación en la colonia: Léger-Félicité Sonthonax, Étienne Polverel y Jean Antoine Ailhaud. Estos arriban a Le Cap el 18 de septiembre con 6 000 soldados. Los comisarios deportaron al gobernador general (quien más tarde sería guillotinado junto a otros funcionarios monárquicos). Los comisarios también negociaron el apoyo de los libertos y desterraron a todos los blancos que se negaban a reconocer la igualdad política de todos los hombres, pero se negaron a ceder a las demandas de los esclavos. La guerra continuó en el norte.

El 20 de junio de 1792 los prisioneros políticos de Le Cap se sublevan y consiguen el apoyo de 2 mil marineros para capturar el arsenal, lo que pone en una situación crítica a los comisionados Sonthonax y Polverel, quienes debieron huir a la plantación Bréda. Al día siguiente se dieron feroces combates en las calles de la ciudad. Desesperados por controlar la situación, los comisionados decretan que se dará la libertad, ciudadanía francesa y plenos derechos políticos a todo esclavo que se una a las fuerzas republicanas. La mayoría de los negros seguían escépticos ante esta promesa, pero el 20 de agosto Sonthonax decreta la completa abolición de la esclavitud en el Norte, y el 21 de septiembre en el oeste. Los comisionados franceses lograron el apoyo de los negros, pero al costo de la completa alienación de los blancos y los mulatos.

Intervención británica

En Europa ya existía tensión política y social desde el inicio de la Revolución francesa. Se planteaba un conflicto internacional entre la monarquía constitucional francesa en camino de convertirse en una democracia republicana, y el resto de las monarquías europeas absolutistas. El 10 de agosto de 1792 los parisinos asaltan el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea Legislativa suspende las funciones constitucionales del rey. La Asamblea acabó convocando elecciones para elegir un nuevo parlamento que recibiría el nombre de Convención Nacional. Unos días más tarde, el 21 de agosto se proclamó la República Francesa. El 21 de enero de 1793 el rey Luis XVI de Francia es guillotinado por los revolucionarios franceses. La muerte del soberano indignó a las monarquías europeas y a la mismísima Roma. El avance de la Revolución francesa y el guillotinamiento de Luis XVI produjo la formación de una coalición opositora entre la Monarquía Habsburgo, el Reino de Prusia, Reino de Nápoles, Reino de Cerdeña, Reino Unido de Gran Bretaña, las Provincias Unidas y el Reino de España.

En 1973, en medio de la revuelta de los esclavos en Saint-Domingue, estalla en Europa la Guerra de la Primera Coalición en el marco de las Guerras revolucionarias francesas. Los británicos declaran la guerra a Francia y envían a Saint-Domingue una flota naval encabezada por el buque insignia HMS Europa, que contaba con 64 cañones, bajo las órdenes del capitán George Gregory. En enero de 1974 los británicos inician la invasión de la isla. Más tarde se unen los españoles a la invasión británica de Saint-Domingue.

El 4 de febrero de 1973 la Convención Nacional, el primer gobierno francés tras la Revolución francesa, liderada por Robespierre y los jacobinos, aprobaron la abolición de la esclavitud en todas las colonias francesas. Los franceses buscaban formar una alianza con los esclavos contra las invasión británica y española. La abolición de la esclavitud conmocionó a Estados Unidos y los países europeos. Pero gracias a esto, en marzo los insurrectos negros se unen en la defensa de de Port-au-Prince. El 15 de marzo estallan dos días de disturbios en la ciudad cuando los soldados republicanos libertos se amotinan y arrestan al comisionado Sonthonax, furiosos porque la abolición de la esclavitud ponía fin a sus ventajas sobre los negros.

A finales de 1794 los británicos controlaban Jérémie, Cap Tiburon, Port-au-Prince, Saint-Marc y Cap du Môle. Los republicanos controlaban Les Cayes, Macaya, Petit-Goâve, Léogâne, Jacmel y Port-de-Paix, así como las islas de Tortuga y Gonâve. Mientras que los esclavos rebeldes controlaban las zonas montañosas del centro y norte del país, las áreas fronterizas con Santo Domingo español y las ciudades de Le Cap y Gonaïves.

En 1795 los franceses derrotan a España en la Guerra de los Pirineos. El 22 de julio firma el Tratado de Basilea entre Francia y España, por el cual los españoles entregan Santo Domingo, la mitad occidental de La Española, a cambio de los territorios ibéricos que habían sido ocupados por los franceses durante la guerra.

A mediados de 1797, el comisionado Sonthonax comienza a conspirar con los mulatos para desplazar del mando a Louverture, temeroso del poder que había alcanzado. Pero cuando el general se entera, obliga lo obliga a abandonar la isla en agosto, junto con Laveux.

En febrero de 1798 las fuerzas de Louverture y 2 mil mulatos de Pétion asedian y masacran a unos 300 milicianos negros realistas en fuerte La Coupe, tras lo cual los británicos se se ven forzados a atrincherarse en la capital. Los británicos se encontraban diezmados por las enfermedades tropicales (como la fiebre amarilla) y los constantes ataques guerrilleros. A mediados de marzo empiezan a negociar con Toussaint Louverture, quien era hombre más poderoso de Saint-Domingue. El 23 de abril el brigadier Thomas Maintland acuerda la retirada de las fuerzas británicas, que se concreta el 8 de mayo desde Port-au-Prince, Saint-Marc y Les Cayes con rumbo a Jamaica. Con los británicos también se retiran los restantes blancos y mulatos de la isla, concentrándose en Môle-Saint-Nicolas para una eventual evacuación que se lleva a cabo el 31 de agosto. Los británicos habían perdido más del 60 por ciento de las tropas enviadas a Saint-Domingue, principalmente por las enfermedades infecciosas.

El 13 de junio de 1798 los británicos firman un tratado secreto con Toussaint en el que se comprometían a mantenerse al margen de los eventos en Saint-Domingue, a cambio de que el caudillo negro no diera su apoyo a revueltas esclavas en Jamaica o en otras islas caribeñas.

Guerra de los Cuchillos

En julio de 1798, Toussaint y Rigaud, los líderes principales de las dos facciones que controlaban Saint-Domingue, viajaron juntos en un carruaje desde Puerto Príncipe a Le Cap para reunirse con Théodore-Joseph d’Hédouville, el representante enviado por el nuevo régimen del Directorio de Francia. La tradición oral afirma que durante este viaje, Toussaint y Rigaud hicieron un pacto para colaborar contra la intromisión de Hédouville en los asuntos de la isla. Sin embargo, esos esfuerzos pronto se deshicieron cuando Hédouville intencionalmente favorece a Rigaud por sobre los intereses de Toussaint, en un esfuerzo por sembrar tensión entre los dos líderes. En una carta a Rigaud, Hédouville criticó «la perfidia del general Toussaint Louverture» y absolvió a Rigaud de la autoridad de Toussaint como general en jefe. Hédouville pidió a Rigaud que tomara el mando del Departamento del Sur. Hédouville finalmente huye de Saint-Domingue en octubre de 1798 debido a las amenazas de Toussaint.

La llamada «Guerra de los Cuchillos» estalla entre el 16 y el 18 de junio de 1799, cuando Rigaud envia unos 4 000 soldados para apoderarse de Petit-Goâve y Grand-Goâve, ciudades fronterizas en el sur, derrotando a las fuerzas más pequeñas de Laplume, oficial de Louverture. Laplume logra escapar mientras su ejército se desploma en medio de la confusión y una oleada de deserciones. Los mulatos de Rigaud no toman prisioneros, ejecutando a negros y blancos. Tras este golpe decisivo, Alexandre Pétion, un oficial de color libre (y futuro presidente haitiano) desertó al lado de Rigaud, trayendo consigo un gran contingente de tropas veteranas. Fuera del sur, Rigaud instigó pequeñas revueltas en las regiones del norte alrededor de Le Cap, Port-de-Paix y Môle-Saint-Nicolas, así como la llanura de Artibonite, en el centro-oeste.

Toussaint respondió rápidamente para aplastar los levantamientos en el norte. Bajo la dirección de sus oficiales Henri Christophe y Jean-Jacques Dessalines, las tropas de Toussaint organizaron ejecuciones generalizadas de presuntos conspiradores. Después de consolidar su gobierno en el norte a finales de octubre, Toussaint estaba haciendo los preparativos para atacar a Rigaud en todos los frentes en el sur.

A mediados de noviembre, la ofensiva de Toussaint contra el sur se estancó en Jacmel ante la resistencia de los mulatos dirigidos por Pétion. A principios de 1800, la ciudad casi ya no tenía suministros ni alimentos, pero seguía rechazando los asaltos de las fuerzas de Toussaint. En la noche del 11 de marzo de 1800, Pétion huye de Jacmel, pero las fuerzas de Toussaint atacaron a su ejército en retirada, ejecutando o capturaron a cientos de soldados.

En junio de 1800 arriba a Saint-Domingue un emisario de Francia, enviado por el recién nombrado primer cónsul Napoleón Bonaparte (tras un golpe de Estado), quien reafirma la posición de Toussaint como general en jefe. Esto socava las afirmaciones hechas por Rigaud sobre el hecho que Hédouville había invalidado la autoridad de Toussaint. A finales de julio Rigaud huye con su familia a Francia, y Toussaint poco después entra en su antigua base en Les Cayes. En agosto de 1800, Toussaint era gobernante de toda La Española.

En diciembre de 1800, a cinco meses de concluida la «Guerra de los Cuchillos», Toussaint ordenó la invasión de la colonia española de Santo Domingo, que ocupaba la mitad oriental de la isla de La Española. Aunque España había cedido Santo Domingo a Francia mediante la Paz de Basilea de 1795, la colonia todavía se encontraba administrada por los españoles. La invasión prácticamente no tuvo oposición y el gobernador español capituló un mes más tarde.

Independencia de Haití

Con su victoria sobre Rigaud y la conquista de Santo Domingo, Toussaint ya tenía el control de toda La Española a principios de 1801, pero continuaba siendo una colonia francesa.

Napoleón había informado a los habitantes de Saint-Domingue que Francia redactaría una nueva constitución para todas sus colonias, en la que estarían sujetos a leyes especiales. A pesar de las promesas en contrario, los antiguos esclavos temían que se pudiera restaurar la esclavitud en las colonias. En marzo de 1801, Louverture nombra una Asamblea Constituyente, compuesta principalmente de plantadores blancos, con la finalidad de redactar una constitución para Saint-Domingue. El 7 de julio de 1801 Louverture promulgó la nueva Constitución, estableciendo oficialmente su autoridad sobre toda la isla de La Española y convertiéndolo en gobernador general vitalicio con poderes casi absolutos y la posibilidad de elegir a su sucesor. Sin embargo, Louverture no declaró explícitamente la independencia de Saint-Domingue, reconociendo en el artículo 1° que se trataba de una colonia del Imperio francés.

Louverture le encargó al Coronel Vincent la tarea de presentar la nueva constitución a Napoleón. Varios aspectos de la constitución eran perjudiciales para Francia: la falta de provisión para los funcionarios del gobierno francés, la falta de ventajas para Francia en el comercio con su propia colonia, y la violación del protocolo al publicar la constitución antes de preentarla al gobierno francés. Louverture se esforzó por convencer a Bonaparte de su lealtad. Intentó escribir a Napoleón pero no recibió respuesta. Napoleón finalmente decidió enviar una expedición de 20 000 hombres a Saint-Domingue para restaurar la autoridad francesa, y posiblemente para restaurar la esclavitud. El Tratado de Amiens firmado en marzo de 1802 entre Francia y Gran Bretaña produjo un cese de hostilidades temporal entre ambas naciones, que se encontraban en guerra casi ininterrumpida desde 1792. Napoleón pudo planear repentinamente esta operación sin el riesgo de intercepción por parte de la Royal Navy.

Las tropas de Napoleón, bajo el mando del general Charles Emmanuel Leclerc, fueron enviados a tomar el control de la isla por medios diplomáticos, proclamando intenciones pacíficas y manteniendo en secreto sus órdenes para deportar a los oficiales de color. A finales de enero de 1802, Leclerc solicitó permiso para desembarcar en Cap-Français pero ante el rechazo de Christophe, el Vicomte de Rochambeau atacó a Fort-Liberté, anulando efectivamente la opción diplomática. Los dos bandos estuvieron conmocionados por el nivel violencia de la lucha inicial. Leclerc intentó nuevamente volver a la solución diplomática pero las conversaciones se rompieron, y siguieron meses de enfrentamientos inconclusos. El 6 de mayo de 1802, Louverture entró en Cap-Français para negociar con Leclerc una amnistía para todos sus generales restantes. Luego se retiró con todos los honores a sus plantaciones en Ennery.

El 22 de mayo de 1802, Jean-Jacques Dessalines presuntamente se habría enterado que Louverture no había dado instrucciones a un líder rebelde local para que depusiera las armas según los términos del acuerdo de alto el fuego, e inmediatamente escribe a Leclerc para denunciar la conducta de Louverture como «extraordinaria».

Jean Baptiste Brunet recibió la orden de arrestar a Louverture. Brunet lo deporta a Francia en la fragata Créole, alegando que sospechaba que el ex líder se encontraba planeando una insurrección. Louverture arribó a Francia el 2 de julio de 1802 y, el 25 de agosto fue enviado a la cárcel en Fort-de-Joux en Doubs. Mientras estaba en prisión, murió el 7 de abril de 1803.

En su ausencia, Jean-Jacques Dessalines dirigió la rebelión haitiana contra los franceses, derrotando finalmente a las fuerzas napoleónicas en la Batalla de Vertières el 18 de noviembre de 1803. Los franceses habían sido diezmados por la fiebre amarilla al igual que los británicos; dos tercios de los hombres habían muerto cuando Napoleón retiró sus fuerzas.

El 22 de septiembre de 1804, Jean-Jacques Dessalines, ahora gobernador general, establece el Primer Imperio de Haití proclamándose a sí mismo como el emperador Jacobo I.

Legado

La Revolución haitiana fue la primera insurrección de esclavos afro-americanos en el continente, y a su vez, fue el primer movimiento independentista de América Latina, el segundo en el continente después de la Revolución estadounidense. Pero fue más que una revuelta de esclavos, se trató de un «movimiento transcultural». Según la obra The Avengers of the New World: The Story of the Haitian Revolution por Laurent Dubois, hubo tres revoluciones superpuestas dentro de lo que se titula colectivamente como Revolución haitiana: un desafío a la autoridad imperial por parte de los colonos blancos, la lucha por la igualdad racial por la Gente libre de color, y el fin de la esclavitud a través de una revuelta masiva de esclavos. Después del estallido de la Revolución Francesa en 1789, los colonos blancos reconocieron la oportunidad para limitar del poder de la administración colonial, algunos incluso promoviendo la secesión de Francia. Las personas libres de color intentaron obtener nuevos derechos a través de la revolución. Dubois compara a estas personas libres de color con el Tercer Estado en Francia. Pero el elemento más significativo de la revolución fue el levantamiento de esclavos.

Cuando en 1808 ocurre la invasión napoleónica a España, se inicia el prolongado proceso de la Guerra de independencia en toda América hispana. Inicialmente se conforman Juntas de Gobierno que desconocen la autoridad local asegurando lealtad a la metrópoli colonial, pero luego se inician movimientos secesionistas que culminan con la independencia. Si la Revuelta haitiana tuvo una importante influencia en estos procesos emancipadores o no, es innegable que todos, incluyendo la Revolución haitiana, fueron consecuencia directa o indirecta de la Revolución francesa y las guerras europeas que ocurrieron entre 1792 y 1815.


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