El 1 de noviembre de cada año se celebra en el Día de Todos los Santos, esta tradición se celebra en dicho país desde hace años y fue establecida en honor a los santos de la iglesia.
La fecha tiene origen desde que el Papa Gregorio III (731-741) quien se encargo de realizar una capilla en la Basílica de San Pedro dirigida a todos los Santos, luego de ello empezó los prepara la celebración del 1 de noviembre. Al pasar el tiempo, a mediados del siglo IX, el Papa Gregorio IV confirmo la celebración en todas las iglesias. Esta es una celebración que no solo es celebrada en España sino que se extendió además en otros países de habla hispana y de habla inglesa.
En esta fecha, fue establecida con la finalidad de venerar a todos los santos que no cuentan con una fecha o celebración propia a festejar. Para la ocasión los católicos acuden a las iglesias con la finalidad de llevar velas y/o flores a sus santos.
Está celebración religiosa es la antesala al Día de los Fieles Difuntos, celebración conocida como el Día de los Muertos, festejada un día después del Día de los Santos. Este motivo conlleva que sea costumbre la visita masiva a los camposantos para "coronar" con arreglos florales las tumbas de los seres querido, mientras que al llegar las noches algunas familias optan por encender velas, las cuales permaneces encendidas en vigilia de oración a la luz hasta el amanecer o hasta que apaguen.