Segunda guerra sino-japonesa (1937-1945)

La Segunda guerra sino-japonesa fue un conflicto armado entre la República de China y el Imperio de Japón que inicia en 1937 con la invasión japonesa del norte y este de China, entrelazándose en 1939 con la Segunda Guerra Mundial, y concluye en 1945 con la victoria china tras la rendición japonesa.

La Segunda guerra sino-japonesa fue un conflicto militar asiático que enfrentó a la República de China con el Imperio de Japón entre 1937 y 1945. El conflicto estalló el 7 de julio de 1937 tras el incidente del Puente de Marco Polo, cuando tropas japonesas estacionadas en Pekín se enfrentaron al Ejército chino a unos quince kilómetros al oeste de Pekín, aunque en 1931 los japoneses ya habían invadido la región de Manchuria. Los japoneses pronto avanzaron y ocuparon el norte y el este de China. La crisis nacional obligó al gobierno nacionalista del Kuomintang y al Partido Comunista, que se encontraban enfrentados en plena Guerra civil china, a colaborar en un frente común para responder ante la agresión japonesa. La Segunda guerra sino-japonesa fue también el inicio de la Guerra del Pacífico, que más tarde, luego del ataque a Pearl Harbor en 1941, se entremezcló y formó parte de la Segunda Guerra Mundial.

Las causas del conflicto se remontan a las consecuencias de la Primera guerra sino-japonesa ocurrida entre 1894 y 1895, tras la cual se establece un protectorado japonés sobre la península de Corea en la que China perdió toda su influencia; pero por otra parte fue determinante el expansivo imperialismo japonés que durante décadas buscó ampliar su influencia en la región del Pacífico, con el objetivo de garantizar el acceso a materias primas y recursos económicos necesarios para el desarrollo industrial. Inicialmente los japoneses tuvieron como objetivo la conquista de Nankín, la capital china, así como la región del bajo Yangtsé donde se encontraba confinado el poder político del Kuomintang. Pero la devastación de la capital no bastó para lograr la rendición china, por lo que la guerra prosiguió.

Ejército de la Octava Ruta enfrentando a las fuerzas japonesas en la Gran Muralla China. Primavera de 1938. (Foto: Sha Fei)
Ejército de la Octava Ruta enfrentando a las fuerzas japonesas en la Gran Muralla China. Primavera de 1938. (Foto: Sha Fei)

La Segunda guerra sino-japonesa tuvo un período de rápido avance japonés sobre China continental hacia finales de 1938, un período de estancamiento virtual hasta 1944 y el período final del conflicto cuando los aliados contraatacaron, principalmente sobre las posiciones japonesas en el Pacífico, así como sobre las propias islas japonesas. La Segunda guerra sino-japonesa concluyó con la rendición incondicional de Japón el 9 de septiembre de 1945 ante las fuerzas aliadas, tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, lo que también puso punto final a la Segunda Guerra Mundial.

Antecedentes

Para 1931 el Imperio japonés sufría una grave caída de sus exportaciones, esenciales para la economía nipona, como consecuencia directa de la disminución del comercio internacional que trajo la Gran Depresión y las medidas proteccionistas puestas en marcha por las potencias. El 19 de septiembre de 1931 ocurre la invasión japonesa de Manchuria después del simulado Incidente de Mukden, en el cual, oficiales ultranacionalistas japoneses volaron una sección mínima del ferrocarril del Sur de Manchuria que era gestionado por una compañía japonesa. El ataque simulado sirvió para justificar la ocupación de Manchuria por el Ejército de Kwantung sin la autorización del gobierno civil japonés. Los militares pretendían que la estratégica región china sirviese como fuente de alimentos y materias primas, así como de mercado para las exportaciones japonesas. Tras los informes de las rápidas victorias sucesivas obtenidas por el ejército japonés, el gobierno no fue capaz de oponerse al masivo acto de insubordinación, y más tarde deciden enviar tres divisiones de infantería adicionales desde Japón.

En febrero de 1932,​ Japón establece el Estado títere de Manchukuo en Manchuria. La República de China, gobernada por el partido nacionalista Kuomintang (KMT) y sumergida en plena Guerra civil china frente al Partido Comunista, parecía incapaz de garantizar la integridad territorial del país. El conflicto permaneció estancado durante años, con una tensión creciente que podría desembocar en una guerra total en cualquier momento.Entre junio/julio de 1937 los japoneses derrotan a las tropas soviéticas en el río Amur, al mismo tiempo que se llevaban a cabo conversaciones favorables entre japoneses y británicos sobre China, que además se encontraba diplomáticamente aislada. Con estos vientos favorables, el 4 de julio, Japón anuncia su la unificación económica de Corea, Manchukuo, el norte de China y Japón. En este ambiente de tensión política​ los japoneses inician maniobras militares al sur de Pekín.

Segunda guerra sino-japonesa

El detonante de la guerra fue el incidente del Puente de Marco Polo del 7 de julio de 1937. Esa noche las unidades japonesas apostadas en Fengtai cruzaron el borde para realizar ejercicios militares. Las fuerzas chinas y japonesas intercambiaron fuego aproximadamente a las 23:00 horas en las afueras del pueblo de Wanping (a unos 16km al suroeste de Pekín). Las causas exactas de la escaramuza son desconocidas. Uno de los soldados japoneses de nombre Shimura Kikujiro, que formaba parte del batallón Ichiki, había desaparecido temporalmente y no se encontraba en su puesto. Los japoneses demandaron permiso para entrar a Wanping para buscar el soldado faltante, a lo que los chinos se negaron. El soldado Shimura eventualmente regresó a su unidad, pero ya para entonces ambas facciones se encontraban movilizadas. Los japoneses rodearon Wanping y durante la madrugada del 8 de julio se enfrentaron contra los chinos que defendían el Puente de Marco Polo. A pesar que un cese al fuego fue declarado, los intentos para desescalar el conflicto fallaron, sobretodo por los ataques repetidos de los comunistas chinos, así como de los contraataques ordenados por los comandantes del Ejército Japonés de Guarnición de China. Las fuerzas chinas fueron derrotadas el 27 de julio tras un amargo y sangriento enfrentamiento sobre líneas japonesas.

Las crecientes tensiones provocadas por el incidente del puente Marco Polo desembocaron directamente en una guerra a gran escala entre el Imperio de Japón y la República de China, con la Batalla de Beiping-Tianjin a fines de julio (en las proximidades de la actual Pekín-Tianjin) y la Batalla de Shanghai en agosto, ambas que concluyen con la victoria japonesa. Pocos días antes de los combates en Shanghái ya se habían extendido los enfrentamientos en el norte. El 9 de agosto las fuerzas japonesas recibieron órdenes de eliminar a las fuerzas chinas que habían avanzado en Chahar y amenazaban la retaguardia del Ejército de China Septentrional, responsable de la defensa de la región al sur de Manchukuo. Entretanto, el Ejército japonés de Kwantung avanzó por el sur desde Manchukuo e invade Zhangbei.

Segunda guerra sino-japonesa, Resistencia en Shanxi, Fotografía de Sha Fei, 1940.

Combates de resistencia en la Provincia de Shanxi, invierno de 1940. Fotografía de Sha Fei.

Los japoneses también avanzaron hacia el oeste. El 9 de octubre de 1937 capturan sin mayor resistencia la ciudad de Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi; una región estratégica para el ejército japonés donde se encontraban importantes minas de hierro y carbón. El mayor foco de resistencia lo encontraron en Xinkou. Pero a finales de noviembre gran parte del territorio chino al norte del Yangtsé ya se encontraba bajo el control de los japoneses.

El 1 de diciembre de 1937 el alto mando japonés otorgó el permiso para el avance del Ejército de China Central contra Nankín, la capital de China. Los nipones esperaban que la toma de la capital obligara a negociar al gobierno de Chiang Kai-shek. La vanguardia nipona alcanzó Nankín el 5 de diciembre y el 9 de diciembre exigieron en vano su rendición. El ejército chino remanente se encontraba desbaratado tras la derrota en Shanghái. Unos 100 mil chinos, conformados principalmente por caciques militares y reclutas bisoños, lograron detener a los japoneses solo por unos días. El ejército japonés conquista Nankín el 13 de diciembre tras la Batalla de Nankín, desencadenando una campaña masiva de violencia contra los militares derrotados y particularmente contra la población civil; la Masacre de Nankín. El gobierno chino se retiró de la capital y se traslada a Wuhan el 20 de noviembre, pero no prepararon la evacuación de la población, ni del armamento de la capital. Se estima que entre 250 mil y 200 mil personas habrían sido masacradas por el ejército japonés durante la ocupación de Nankín, entre el 13 de diciembre de 1937 y el mes de febrero de 1938.

A principios de 1938, los japoneses emprenden la Campaña de Xuzhou con el objetivo final de para apoderarse de Wuhan, donde se había replegado el gobierno nacionalista chino, así como del estratégico nudo ferroviario de Xuzhou, que les permitiría conectar a sus ejércitos del norte con los del centro. Los japoneses pretendían conectar a Pekín (la antigua capital china) con Nankín (la nueva capital), ahora que ambas se encontraban bajo su control. En enero los japoneses toman Jinan y Qingdao. Los chinos centraron sus los combates en Xuzhou para arrastrar al grueso de las unidades japonesas hacia el norte con el objetivo de evitar su cruce del Yangtsé y el eventual avance sobre Wuhan, ahora un crítico punto a defender. A mediados de marzo los combates se centraron en Linyi, que cambió de manos en tres ocasiones durante los cuatro días del enfrentamiento. Los chinos lograron la victoria y logran bloquear esa zona durante dos meses, pero al oeste los nipones ocupan Dengxian y prosiguen su avance al sur. Entre entre el 22 de marzo y el 7 de abril, los chinos emprendieron una operación que permitió derrotar a las unidades japonesas que pretendían tomar Taierzhuang, aunque finalmente los chinos cedieron la ciudad y tuvieron que retirarse. Los japoneses contaban 400 mil soldados que en mayo estarían concentradas en la Batalla de Xuzhou, que se enfrentarían con unos 600 mil soldados chinos. Aunque los chinos superaban en números, ante la estrategia japonesa y el asedio a las vías de suministro, los chinos comenzaron a retirarse hacia el suroeste para evitar ser aniquilados tras lo cual la ciudad fue capturada el 21 de mayo.

El 13 de junio de 1938 se inicia la Batalla de Wuhan cuando los japoneses capturan la ciudad de Anqing a través de un desembarco naval. Más tarde el destacamento Namita desembarca al este de Jiujiang el 23 de julio. Los chinos intentaron resistir la invasión, pero los japoneses capturan finalmente Jiujiang el 26 de julio. El 10 de agosto los nipones desembarcan al noreste de Ruichang y establecen un asedio sobre la ciudad hasta el 24 de agosto cuando es capturada ante una defensas chinas agotadas. A finales de septiembre el ejército japonés avanzó hacia la región de Wanjialing, al oeste de Dean. Las fuerzas chinas intentaron flanquear a los japoneses y el 7 de octubre lanzaron un ataque final contra los nipones que se prolongó durante tres días de feroces combates. Para el 10 de octubre los cuatro regimientos japoneses ya se encontraban aniquilados debido a su aislamiento y a la carencia de vías de suministro. Este evento fue conocido por los chinos como la Victoria de Wanjialing. Sin embargo, hacia el oeste los japoneses continuaban su avance, que a pesar de una feroz resistencia, lograban sobrepasar las defensas chinas. El 5 de octubre capturan Ruoxi y el 18 de octubre capturan también la ciudad de Xintanpu (en Hubei). Los enfrentamientos continuaron hacia el este hasta el 22 de octubre cuando los chinos perdieron Yangxin, Dazhi y la ciudad de Hubei. Entretanto, al norte del río Yangtze, los japoneses capturaban Tianjia el 19 de septiembre y Huangpo el 24 de octubre, avanzando hacia Hankou. Ante las sucesivas victorias de las fuerzas japonesas, los chinos abandonaron la ciudad de Wuhan el 25 de octubre para tratar de salvar las fuerzas remanentes. Los japoneses capturaron Wuchang y Hankou el 26 de Octubre y Hanyang el 27 poniendo fin a la campaña. La Batalla de Wuhan se prolongó por un período de cuatro meses y medio en vastos territorios a lo largo de las provincias de Anhui, Henan, Jiangxi, Zhejiang, and Hubei. Fue el enfrentamiento continuo más prolongado, extenso y posiblemente el más significativo de la Segunda guerra sino-japonesa.

Para finales de 1938 ya Japón controlaba el norte de China y parte importante de la zona central, incluido el bajo Yangtsé y gran parte de las costas. Esto significaba que Japón tenía el control de las zonas industriales y comerciales más importantes de China continental, así como de las zonas más pobladas. Pero las autoridades chinas se negaban a rendirse, lo que frustró los planes japoneses de alcanzar una rápida victoria y terminar con la guerra. Los japoneses contaban con una clara superioridad militar, pero los vastos territorios chinos probaron ser difíciles de controlar sin una completa rendición de las autoridades. Fue así como la guerra sino-japonesa permaneció estancada prácticamente desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939, hasta la derrota del Imperio del Japón en 1945.

Repercusiones

La Segunda guerra sino-japonesa concluyó repentinamente en 1945 con la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, y su rendición incondicional ante las fuerzas aliadas tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Los japoneses se vieron obligados a retirarse de China continental y de todos los territorios conquistados. Fue así como China recupera Liaodong, Taiwán y Pescadores, las que había perdido en 1895 como consecuencia de la conclusión de Primera guerra sino-japonesa, así como la región de Manchuria que había perdido en 1931. Por otra parte, China pierde a Mongolia Exterior (actual Mongolia), que tras la guerra mantiene su estatus de independencia según las condiciones de la Unión Soviética en la Conferencia de Yalta de 1945 para entrar en la Guerra del Pacífico contra Japón.

Con la conclusión de la guerra entre China y Japón también se reinicia el conflicto interno entre comunistas y nacionalistas, iniciando así en 1946 la segunda fase de la Guerra civil china (etapa también conocida como Revolución comunista china) que concluye tres años más tarde con la victoria de los comunistas, la retirada del gobierno nacionalista del Kuomintang hacia la isla de Taiwán, y la proclamación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949.


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