El 12 de febrero de cada año se recuerda lo sucedido en la misma fecha pero el año 2003 cuando se enfrentaron los policías con los militares frente al Palacio de Gobierno.
Uno de los acontecimientos ocurridos en el país Boliviano que ha quedado en la memoria del pueblo, son los acontecimientos ocurridos el 12 de febrero de 2003 conocido como “febrero negro”. En este día los policías apoyaron a los estudiantes que se encontraban protestando frente al Palacio de Gobierno una vez que estos fueron reprendidos por los militares la policía no dudo en responderle lanzándoles bombas lacrimógenas.
Días previos al acontecer del 12 de febrero el presidente boliviano de aquel entonces Gonzalo Sánchez de Lozada, había implementado una serie de medidas económicas relacionadas a los impuestos. El presidente había presentado una ley de impuestos que establecía el congelamiento de salarios y un incremente de un 12,5 % de impuestos afectando a un 20 % de los contribuyentes de acuerdo a su nivel salarial, el presidente señalo para aquella ocasión que esto era necesario para así evitar un incremento del precio de los hidrocarburos que era mucho más duro para los bolivianos más pobres.
Las nuevas medidas anunciadas y la coartada de reivindicaciones salariales había hecho que los policías se amotinaran, pero no solo estos sino también los estudiantes, que rápidamente acudieron al Palacio de Gobierno para alzar su voz de desacuerdo por el nuevo proyecto. El país al borde una crisis económica pedía al mandatario Lozada que escuchara el pedido de a gente, Lozada recordado como el presidente que no oía razones fue tachado de incompetente y traidor.
El 12 de febrero un gran número de estudiantes se apostaron frente al Palacio de Gobierno llevando con ellos piedras y bombas elaboradas por ellos mismos para ser lanzada había el plació. La guardia de Palacio respondió con gases lacrimógenos para dispersar a los estudiantes, mientras que los policías les lanzaban bombas lacrimógenas a los militares. Tras inútiles intentos de parlamentar para lograr un statu quo mientras se negociaba, se desató un enfrentamiento abierto donde el principal armamento era el arma de fuego.
El saldo de pérdidas humanas que había dejado el enfrentamiento había sido de 9 policías, 4 militares y 3 civiles muertos. Ante la situación tanto el Presidente, Vicepresidente y algunos ministros abandonaron el Palacio ante la posibilidad de la toma del edificio. Para el resto del día la con policía se negó a patrullar las calles, por su parte el ejército retrasó su presencia urbana por un tiempo.