Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco nació el 24 de julio de 1783 en la ciudad de Caracas, Venezuela. Hijo de un aristócrata de ascendencia española, don Juan Vicente Bolívar y Ponte, y doña María de la Concepción Palacios y Blanco, que para el momento de contraer nupcias tenían 47 años y 15 años, respectivamente.
Simón Bolívar es considerado en Venezuela como el Padre de la Patria. Fue un personaje destacado en la emancipación americana frente al Imperio español, cuyas campañas militares fueron decisivas en la independencia de seis países sudaméricanos: Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Simón Bolívar fue investido oficialmente con el título de Libertador por los congresos de estas seis naciones.
Bolívar fue fundador de las repúblicas de Colombia y Venezuela, así como de la Gran Colombia, en la que intentó consolidar a las naciones de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá en un solo bloque. Bolivia lleva el nombre en su honor. Sus campañas militares tuvieron una importante influencia en la gesta emancipadora de José de San Martín en Argentina, Chile y Perú.
La historia de Bolívar presenta uno de los más colosales relatos de aventura y tragedia, gloria y derrota. Los registros escritos de Bolívar, en sus varias cartas y proclamaciones, presentan la más clara imagen encontrada en cualquier registro histórico de las condiciones en las colonias españolas al momento de la revolución. Sus análisis de las condiciones de los colonialistas y de sus necesidades políticas lo convierten en uno de los observadores más acertados de su tiempo.

Los primeros años de Bolívar
Los Bolívar eran una prominente familia aristocrática caraqueña. Sus padres fueron sus padres don Juan Vicente Bolívar y Ponte y doña María de la Concepción Palacios y Blanco. Simón Bolívar tuvo cuatro hermanos, tres de ellos mayores que Simón, y una menor: María Antonia, Juana Nepomucena, Juan Vicente, y María del Carmen, esta última falleció al nacer debido a complicaciones durante el parto.
Infancia
Cuando Simón contaba con tan solo dos años, su padre don Juan Vicente Bolívar y Ponte, falleció a causa de tuberculosis, quedando doña María como jefa de familia, pero debido a las altas responsabilidades que eso conlleva, descuido su salud, decayendo velozmente, originandole un tipo de tuberculosis que pasa desapercibida, causándole finalmente la muerte el 6 de julio de 1792.
Contando solo con 9 años Bolívar queda huérfano de padres al igual que sus hermanos. Por lo cual su abuelo materno, don Feliciano Palacios, asumió la custodia de los hermanos Bolívar, sin embargo para ese momento don Feliciano se sentía muy enfermo, por lo cual decidió dejar un testamento mediante el cual establecía quienes serían los tutores de sus nietos.
Simón Bolívar fue dejado a cargo de su tío Esteban Palacios y Blanco, pero debido a que este se localizaba en España, quedó bajo la custodia de Carlos Palacios y Blanco, quien era de carácter duro, con una mentalidad muy cerrada, y quien con frecuencia se ausentaba de la ciudad de Caracas ya que tenía que atender sus propiedades, por lo cual simón era cuidado por la servidumbre, y asistía por cuenta propia a la Escuela Pública de Caracas.
Formación educativa
Bolívar, no llegó a ser un alumno brillante durante su estadía en la Escuela Pública, el cual era un organismo administrado por el Cabildo de Caracas, que funcionaba de forma ineficiente a causa de la escasez de recursos. Sin embargo, su maestro en dicha escuela era Simón Rodríguez, por el cual su tío Carlos, pensó en enviarlo a vivir con este, ya que a el le era imposible atenderlo personalmente.
Ante la expectativa de irse a vivir con su maestro, Bolívar, el 23 de julio de 1795 escapó de la casa de su tío para cobijarse en la casa de su hermana Maria Antonía, quien ya en reiteradas oportunidades le había manifestado a su tío su desacuerdo en cuanto a la educación y cuidado que llevaba su hermano.
Luego de un conflicto judicial interpuesto por Carlos Palacios, Simón debió volver con él, por lo cual fue sacado a la fuerza por un esclavo de la casa de su hermana, llevándolo directamente a la casa de su maestro, en la cual debió compartir la vivienda con más de 20 personas, por este motivo, Bolívar escapó en reiteradas oportunidades de allí, en las que terminó retornado por ordenes de los tribunales.
Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de maestro para irse a Europa, por lo cual la Real Audiencia de Caracas determinó que Simón Bolívar fuera trasladado a la Academia de Matemáticas, esta funcionaba en casa de su tío Carlos.
Una vez dentro de la academia, la formación de Bolívar mejoró en cuanto a calidad y cantidad, llegando a ser complementada con lecciones de historia, la cuales fueron impartidas por Andrés Bello, hasta que finalmente el 14 de enero de 1797 se incorporó en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua. Luego en 1799, a los 15 años de edad, Bolívar es enviado a España para continuar sus estudios en Madrid.
Vida amorosa
A pesar de continuar dentro de su formación, el ambiente de la ciudad lo seducía, por tal motivo frecuentaba los salones de baile, lectura, y de reuniones. Para esos tiempos, Simón vestía de soldado, momentos en que en España comenzaba a hablarse de Napoleón, y así visitaba al marqués de Ustáriz, quien era un hombre culto con quien compartía tardes extensas de conversación.
En una de la conversaciones con el marqués conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, que tan solo contaba con 20 años edad, y con quien contrajo matrimonio el 26 de mayo de 1802, en la capilla de San José, en el palacio del duque de Frías. Después de la boda se trasladan a Caracas, y a pesar del resentimiento que canalizaban los criollos a través de sus conspiraciones, Bolívar permanece al lado de su esposa llevando una vida tranquila. Pero poco tiempo después María Teresa muere el 22 de enero de 1803, tras haberse contagiado de fiebre amarilla.
Bolívar, desilusionado, decide emprender rumbo nuevamente hacia Europa, donde se dedicó junto a su antiguo maestro Simón Rodríguez a la lectura de los clásicos, y a ilustrarse en diversos campos del saber universal.
Vida militar y gestación de un ideal
Expedición de Miranda
Para la época, los acontecimientos en Venezuela comenzaban a tomar aires de rebelión. El caraqueño Francisco de Miranda, un verdadero precursor del proceso de emancipación, desde Estados Unidos y las Antillas preparaba una invasión que dibujaba la noción de independencia en América hispana.
Miranda desembarcó el 9 de noviembre de 1805 en Nueva York el 9 de noviembre de 1805, procedente de Londres, donde se entrevisto con importantes personajes como Thomas Jefferson, James Madison, el coronel William Smith, Samuel Ogden, y Thomas Lewis. Como fruto de sus reuniones en los Estados Unidos, Miranda obtuvo los recursos con los que alquiló un barco de Samuel Ogden que bautizó como Leander (en honor a su hijo Leandro), y un bergantín de 180 toneladas armados con 180 cañones.
En abril de 1806 Miranda intenta sin éxito descembarcar en la costa venezolana de Ocumare (estado Aragua), y se ve forzaro a retirarse a Bonaire, de donde pasó a Granada y luego a Barbados. Luego desembarca y toma militarmente la Vela de Coro y luego la ciudad de Coro, pero ante la indiferencia de sus habitantes y el sitiado de las fuerzas realistas, se ve forzado a retirarse nuevamente.
Bolívar en Europa
Sin conocimiento de la expedición de Miranda, Simón Bolívar se reúne con su suegro en Madrid, para trasladarse a París en 1804. Mientras que por su parte Napoleón no tardaría en declararse emperador de Francia.
Bolívar se enteró que Simón Rodríguez se hallaba en Viena; y corrió en su búsqueda, posterior a ello, el maestro se trasladó a París, donde emprendieron un viaje junto a Fernando Toro, cuyo destino final era Roma. Luego cruzaron los Alpes, hasta llegar a Milán, donde se detuvieron el 26 de mayo de 1805 para presenciar la coronación de Napoleón, a quien Simón Bolívar respetaría siempre.
Juramento del Monte Sacro
Tiempo después, Bolívar se encontraba en Roma, donde se produjo el llamado Juramento del Monte Sacro, en el cual en presencia de Rodríguez y Fernando del Toro, Simón Bolívar juró romper con las cadenas que los oprimían por voluntad del poder español. Esto sucedió en el entusiasmo del momento, así como devenido de sus conversaciones con notables personajes de la altura de su maestro Simón Rodríguez, quienes vislumbraron la situación de América frente a España.
Simón Bolívar se entera de las fallidas expediciones libertadoras de Francisco de Miranda en Ocumare, y en la Vela de Coro, por lo que decide emprender su viaje de regreso a Venezuela.
Bolívar regresa a Venezuela
Bolívar regresó a Caracas a finales de 1806, tras una corta estancia en Estados Unidos, para retornar a su antigua vida de hacendado. Sin embargo, las incursiones de Miranda habían consagrado entre algunos caraqueños el concepto de emancipación. Pero la mayoría de los criollos se conformaban con rebelarse de forma pasiva, violando las normas y órdenes que se daban desde España.
Invasión napoleónica a España
En 1808 el ejercito francés de Napoleón Bonaparte invade a España. Napoleón reúne la familia real en la ciudad francesa de Bayona y obliga al rey Carlos IV y a su hijo Fernando VII a abdicar el trono a favor de su hermano José Bonaparte, quien fue proclamado en el trono español como José I. Esto desencadenó una serie de rebeliones del pueblo español y batallas militares por la independencia de España.
Las noticias de la invasión a España llegaron a las Américas, donde España poseía un vasto imperio colonial desde el norte hasta el sur. Los franceses designaron nuevas autoridades en las colonias españolas, lo que desencadenó una serie de proclamaciones de «independencia» en los países de América, aunque se trataron en realidad de proclamaciones contra las autoridades impuestas por los franceses y a favor del depuesto rey español Fernando VII.
Para 1808 Bolívar, ya se había incorporado a las actividades de la conspiración y continuaba cuando estalló la revuelta el 19 de abril de 1810.
Inicio de la emancipación de América
Independencia y descolonización de América
Proclamación de la independencia (1809-1810)
Entre los años 1809 y 1810 se realizaron una serie de proclamaciones o «gritos de independencia» en la mayoría de las colonias españolas en América (ver: Primer Grito de Independencia en Ecuador, Grito de la Independencia en Colombia, Revolución de la Paz, Revolución de Chuquisaca), aunque inicialmente no fueron tanto proclamaciones de independencia como fueron realmente proclamaciones de lealtad a la (depuesta) corona española de Fernando VII.
Bolívar y amigos de su grupo social de la aristocracia y burguesía criolla (hijos de españoles nacidos en América) fueron miembros de la junta caraqueña que favoreció la restauración de Fernando VII después de la coronación del francés José Bonaparte como rey de España.
El jueves santo del 19 de abril de 1810, miembros del Cabildo de Caracas desconocen la autoridad del Capitán General de Venezuela, Vicente Emparan, quien se dirigía a misa. No estando de acuerdo, desde la ventana del ayuntamiento le preguntó a los presentes reunidos en la plaza mayor (actualmente Plaza Bolívar) si querían que él siguiera mandando, el presbítero José Cortés de Madariaga (que se encontraba detrás de Emparan) le hizo señas a la multitud para que contestaran que «NO». Emparan dijo que entonces él tampoco quería el mando, renunció y se fue a España.
Se establece entonces una Junta de Gobierno en Venezuela.
Primera República de Venezuela
Bolívar fue enviado a Inglaterra como representante diplomático del nuevo gobierno en Venezuela. A su regreso trajo consigo a Francisco de Miranda, el soldado venezolano que luchó bajo el mando de George Washington y en las campañas de Napoleón Bonaparte y que mantenía el rango de general en el ejercito imperial.
Francisco de Miranda fue una pieza clave, quien fue precursor y visionario de la independencia absoluta en Venezuela. Motivado a esto Bolívar dictó su primer discurso memorable «pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos».
El 5 de julio de 1811 se inició la firma del acta de Independencia de Venezuela, y se aprobó la formación de la Primera República de Venezuela, aunque tuvo una duración efímera. Con la proclamación de la independencia y la firma del acta se inicia la guerra de independencia de Venezuela. Pero la primera república cae definitivamente el 25 de julio de 1812 con la capitulación de Francisco de Miranda en San Mateo ante el capitán realista Domingo Monteverde.
Fue entonces, cuando Bolívar encontró una coyuntura en la que decidió entregar su vida por la idea de emancipación de américa.
Traición a Miranda y exilio en Curaçao
La primera república se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios entre castas y clases sociales, así como por la efectiva incursión militar de Domingo Monteverde, capitán de fragata del ejército realista, por lo que estaba claro que una guerra civil se aproximaba. Bolívar tomó conciencia del carácter clasista de la guerra, y reflexionó sobre ello a lo largo de todas sus proclamas políticas.
La capitulación de Miranda en San Mateo llenó de ira a Bolívar, quien al enterarse de los planes que tenía Miranda de abandonar el territorio, contribuyó a su arresto por los realistas en el puerto de La Guaira en la noche del 30 y la madrugada del 31 de julio de 1812, afirmando que «yo no lo arresté para servirle al rey, sino para castigar a un traidor».
La captura de Miranda, quien fue general en el ejercito francés, representó un gran logro para el realista Monteverde. Esto eventualmente le costo la vida a Miranda quien murió en la prisión de la Carraca (Cádiz, España) el 14 de julio de 1816.
«Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda»
–Cita atribuida a Domingo de Monteverde en 1812 (John Lynch, 2006, p. 83-86).
–Citado incluso en un artículo por Karl Marx en 1858.
Domingo de Monteverde gratificó a Bolívar proveyéndole, a través del canónigo español Francisco de Iturbe, con un pasaporte y pasaje con dirección a Curaçao.
Manifiesto de Cartagena
La estrategia de Bolívar para ese entonces, era huir hacía Curazao, desde donde partiría hacia Cartagena. Su intención, era encontrar apoyo en las fuerzas neogranadinas, para emprender en Venezuela la reconquista de la República.
El 15 de diciembre de 1812, encontrándose en Cartagena de Indias, Bolívar escribió el Manifiesto de Cartagena, explicando con detalle y precisión las causas de la pérdida de la Primera República en Venezuela.
«Libertar a la Nueva Granada de la suerte de Venezuela, y redimir a ésta de la que padece, son los objetos que me he propuesto en esta Memoria. Dignaos, oh mis conciudadanos, de aceptarla con indulgencia en obsequio de miras tan laudables. Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y políticas, que siempre fiel al sistema liberal, y justo que proclamó mi patria, he venido a seguir aquí los estandartes de la independencia, que tan gloriosamente tremolan en estos estados».
(Extracto del primer párrafo del Manifiesto de Cartagena, Simón Bolívar, 1812)
Guerra de independencia
Campaña admirable (1813)
Simón Bolívar emprendió su retorno a Venezuela, dando inicio en mayo del 1813 a la Campaña Admirable, con la que pretendió (con éxito) reconquistar los territorios del occidente venezolano, y en forma simultánea, los territorios orientales con campañas a cargo de Santiago Mariño.
Bolívar entró triunfalmente en Caracas en agosto de 1813 y a su paso lo llamaban el Libertador. La municipalidad de Caracas lo ratificó con el título de Libertador, y nombrado capitán de los ejércitos en Venezuela.
El éxito de la Campaña Admirable dio origen a la Segunda República de Venezuela.
Decreto de guerra a Muerte
La matanza indiscriminada y los viles crímenes contra los republicanos por parte de los españoles llegó a extremos tales de provocar el rechazo de miembros de la monarquía española y de los patriotas, pero más aún de los propios criollos.
Los realistas ordenaban el asesinato de criollos ancianos o niños desde los siete años en adelante, violaciones a mujeres, saqueos, decomiso de bienes inmuebles, juicios sumarios, condenas a presidio y ajusticiamientos. Esto llegó a oídos del Libertador quién lo constató y el 8 de junio desde Mérida expresó:
«Nuestro odio será implacable y la guerra será a muerte».
Más tarde, el 15 de junio de 1813 Simón Bolívar realiza la Proclama del Decreto de Guerra a Muerte en el cual expresa:
«…Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables».
El decreto implicaba que cualquier español o canario ajeno a la causa emancipadora sería «pasado por las armas», pero que cualquier americano sería perdonado incluso si cooperaban con la causa española. De hecho, durante el resto de la campaña admirable fueron fusilados europeos y canarios sin tregua.
En febrero de 1814 Juan Bautista Arismendi fusiló 886 prisioneros españoles en Caracas por orden directa de Simón Bolívar, número que se incrementó con enfermos del hospital de la Guaira. Como consecuencia de esta acción, los españoles también fusilaron varios distiguidos líderes republicanos entre 1815 y 1817.
La política de guerra muerte se extendió hasta casi el fin de la guerra con la firma del Tratado de Regularización de la Guerra el 28 de noviembre de 1820.
Emigración de Oriente (1814)
Luego del éxito de la Campaña Admirable, y a pesar de las victorias logradas en la Batalla de la Victoria el 12 de febrero de 1814 y la primera Batalla de Carabobo el 28 de mayo del mismo año, tras la derrota en la segunda Batalla de la Puerta era inminente la entrada de las tropas realistas a Caracas.
No obstante, la furia e inclemencia de los ejércitos llaneros al mando de José Tomás Boves, obligó a la emigración de la población de Caracas en julio de 1814, y de esta forma cae la Segunda República. Ante el exceso de crueldad, y la falta de recursos para seguir combatiendo, Simón Bolívar decide retirarse con las fuerzas que aún le quedaban (y una penosa marcha de mujeres, ancianos y niños) hacía el oriente del país el 7 de julio de 1814 con rumbo a Barcelona, con la finalidad de unirse con Santiago Mariño, en su afán por detener a Boves.
El destino de quienes se quedaron en Caracas esperando clemencia de Boves no fue mejor, ya que hubo ejecuciones en masa, unos por colaborar con los rebeldes, otros por permitir que Caracas cayera en sus manos.
Final de la Segunda República
Bolívar llegó a Cumaná el 25 de agosto de 1814 uniéndose a Mariño. Pero para ese momento la Segunda República de Venezuela ya se encontraba herida a muerte. Los realistas consolidaron en casi todo el país por lo que restó de ese año, quedando tan solo el oriente venezolano y la Isla de Margarita en poder de los republicanos.
Para Bolívar fue difícil organizar acciones militares, debido a que el bando republicano se encontraba dividido por diferentes caudillos, quienes dominaban diferentes porciones del territorio y mantenían rivalidades entre sí. Esta situación y sumado al comportamiento que mantenía el aventurero Giovanni Bianchi, hacen que Bolívar salga con Mariño desde Carúpano, hacia Cartagena.
Regreso a Cartagena
A finales de 1814 Bolívar llega a Cartagena, para obtener de nuevo la ayuda de Nueva Granada, que para ese entonces se encontraba en una situación difícil.
Con el apoyo del gobierno neogranadino Bolívar fue reconocido como jefe por todos los venezolanos que se encontraban en Nueva Granada. En septiembre de ese mismo año, Bolívar se reúne con el presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, Camilo Torres Tenorio, y acepta los argumentos de Bolívar, y lo pone a cargo de de la conducción de la guerra.
El 10 de diciembre Bolívar toma a Santafé, y obliga a que Cundinamarca reconozca como autoridad al Congreso de las Provincias Unidas.
Carta de Jamaica (1815)
A este respecto, y viendo la imposibilidad de desarrollar un nuevo proyecto, parte hacia Jamaica, llegando el 14 de mayo de 1815, y al poco tiempo de estar allí, escribió con fecha 6 de septiembre del mismo año, la Carta de Jamaica, documento que contiene diversos significados, debido a su forma y características en su elaboración como texto de análisis. En dicha carta, describió de forma general la situación de América considerándola como una sola, y comienza a reformular el proyecto de crear una confederación americana con el nombre de Colombia, plan que Francisco de Miranda ya tenia preconcebido.
Entre 1816 y 1819, Bolívar realizó una tercera revolución que le daría finalmente el control del país, su estrategia consistió en libertar primero a Nueva Granada, Triunfar luego en Venezuela, y seguir a Quito y Lima, plan que llegó a conocerse como Campaña Libertadora.
Batallas finales
Después de numerosas batallas consiguió el triunfo en Boyacá; ese mismo año el congreso de Angostura dictó la Ley de la República el 17 de diciembre de 1819, creando la República de Colombia con tres departamentos, Venezuela, Cundinamarca, y Quito, por medio del cual Simón Bolívar es nombrado primer presidente.
Seguidamente, el 24 de junio de 1821 en la Batalla de Carabobo, se obtuvo una victoria decisiva sobre el ejército español, la cual fue completada con la Batalla Naval de Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823, liberándose definitivamente a Venezuela.
La jornada de Independencia terminaría en Perú, con las Batalla de Junín y la Batalla de Ayacucho, ambas en 1824. Tuvo un gran valor estratégico la liberación y conquista de este territorio por parte del ejército Libertador para impulsar la salida definitiva de los españoles del territorio americano.
Ya en territorio peruano y después de la batalla de Ayacucho, se construye una nación con el nombre de Bolivia, por lo cual Sucre queda al mando y Bolívar regresa para rendir cuentas al Congreso Colombiano durante el año 1826.
Los últimos años de Bolívar
Cuando Simón Bolívar regresó a Venezuela, absolvió a los involucrados en la Cosiata , y el 1 de enero de 1827 sostuvo el cargo de jefe superior civil y militar a Páez, cambió los estatutos de la Universidad de Caracas, y finalmente se dirigió a Santafé de Bogotá el 5 de julio siguiente.
El 27 de agosto de 1828, Bolívar dictó el Decreto Orgánico de la Dictadura, y eliminó la presidencia de la Gran Colombia, con lo cual Santander quedó sin autoridad, dicha decisión, trajo como consecuencia el atentado el 25 de septiembre contra la vida del Libertador, quien se salvó gracias a la intervención de Manuela Sáenz, situación por el cual Simón Bolívar queda afectado emocionalmente.
Aunado a esto, Bolívar renuncia ante el último Congreso de la Gran Colombia, el 27 de agosto de 1830, partiendo once días más tarde, desde Santafé, hacia Cartagena, lugar donde el 1 de julio recibió la información de Sucre había sido asesinado, la cual había ocurrido en la montaña de Berruecos el 4 de junio. Todos estos hechos, contribuyeron a empeorar la salud de Bolívar, quien llegó a Santa Marta Colombia, el 1 de diciembre de 1830, tras una larga y exhaustiva travesía por el Río Magdalena.
Muerte de Bolívar
A pesar de todos los cuidados, su salud empeoró a los pocos días, llegando a tener algunos momentos de lucidez, los cuales le permitieron hacer su testamento y su Última proclama. Desde su lecho de muerte, Simón Bolívar pedía que su muerte contribuyera con la consolidación, y la desaparición total de los partidos.
Finalmente, el 17 de diciembre de 1830 a los 47 años de edad, en la Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, a la una y tres minutos de la tarde, fallece el Libertador Simón Bolívar a causa de Tuberculosis.