Nicolás Bravo fue político y militar mexicano que perteneció al bando insurgente durante la guerra de la Independencia de México. Ocupó la presidencia de forma momentánea en tres ocasiones. Murió junto a su esposa en extrañas circunstancias, posiblemente envenenado.
Nicolás Bravo Rueda nació el 10 de septiembre de 1786 en Chichihualco, Guerrero. Sus padres fueron el hacendado criollo Leonardo Bravo y Gertrudis Rueda de Bravo, no tuvo hermanos. Su padre formó parte del bando insurgente durante la primera etapa de la guerra por la Independencia. No se conocen detalles sobre su infancia y juventud, solo que se trabajó en la hacienda de su padre. Se casó con Antonia Guevara Músquiz, con quien tuvo dos hijos: Soledad Bravo Guevara y José María Nicolás Bravo Guevara.
En 1810 estalló la guerra de Independencia a la cual Nicolás Bravo se unió en mayo de 1811, bajo el mando de Hermenegildo Galeana. En 1812, su padre fue asesinado por realistas. Noticia de la cual se enteró a través de una carta que le envió Morelos, en la misma expresaba su pésame y el permiso para pasar por las armas a todos los prisioneros realistas que tuviese en su poder. Acto seguido Nicolás mandó a poner en capilla a 300 prisioneros, pero ya estando sobre el patíbulo los perdonó y le concedió la libertad. En gratitud muchos de éstos se unieron al bando insurgente y le otorgaron el título del “Héroe del Perdón”.
Nicolás logró sobrevivir a los 11 años de lucha insurgente siendo uno de los oficiales de mayor prestigio en las filas de José María Morelos, con quien participó en la toma de Oaxaca y en el sitio de Acapulco. Igualmente defendió al Congreso de Chilpancingo ante su disolución. Otro de los logros de Nicolás Bravo fue la toma de Tulancingo la cual había sido arduamente defendida por los realistas. En esta ciudad creó el periódico «El Mosquito de Tulancingo» y construyó una fábrica de pólvora.
En 1818, fue aprehendido en la hacienda familiar, cercana a Chilpancingo. Permaneció en prisión hasta 1820 cuando le fue concedido un indulto tras consumarse la Independencia. Posteriormente ocupó los cargos de consejero de Estado e individuo de la Regencia por el congreso Constituyente. En 1823 luchó contra el emperador Agustín I, ocupó el puesto de vicepresidente de la República durante el gobierno de Guadalupe Victoria. Al desatarse los enfrenamientos entre centralistas y federalistas, Bravo se identificó con los centralistas y en 1827 encabezó la rebelión conservadora que apoyaba a Gómez Pedraza. Durante esta etapa luchó en contra de Guerrero, quien lo derrotó y le hizo prisionero en Tulancingo, posteriormente fue juzgado por el Tribunal Supremo el cual lo condenó al destierro en Guayaquil, Ecuador.
En 1829, regresó a México y ocupó varios puestos gubernamentales. Ocupó la presidencia en tres breves ocasiones; las primeras veces fue en sustitución de Santa Anna (del 11 a 17 de julio de 1839 y del 26 de octubre de 1842 al 14 de mayo de 1843), la tercera fue en reemplazo de Mariano Paredes (del 28 de julio al 6 de agosto de 1846). En 1846, defendió de la invasión norteamericana a los departamentos de Puebla, Veracruz, Tabasco y Oaxaca. Posteriormente, fue comandante general de Puebla y jefe de la división de Sur. Asumió la defensa del Castillo de Chapultepec, donde fue derrotado y hecho prisionero.
Muerte
El 22 de abril de 1854, falleció en su hacienda de Chichihualco. Su esposa murió tres horas después. Se dice fueron envenenados por ordenes de Santa Anna, quien le había solicitado que persuadiera a las gentes de sur para que abandonaran la Revolución de Ayutla. No obstante, otras fuentes aseguran que fue envenenado por su médico, bajo las órdenes de Santa Anna quien temía que éste se uniera a la Revolución; esta hipótesis salió a relucir tras el fusilamiento del médico Avilés.
Tras su muerte fue declarado Benemérito de la Patria y sus restos yacen en la Columna de la Independencia. El aniversario de su muerte es luto oficial en el Estado de Guerrero.