La Batalla de Waterloo ocurre el el 18 de junio de 1815 en el marco de las Guerras napoleónicas, en las proximidades de Waterloo, una población de la actual Bélgica, a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas. El ejército francés, comandado por el Napoleón Bonaparte, fue definitivamente derrotado por las fuerzas combinadas de los ejércitos británicos, holandeses y alemanes, dirigidas por el duque de Wellington, y el ejército prusiano del mariscal de campo Gebhard von Blücher. La Batalla de Waterloo fue el combate decisivo de la Campaña de Waterloo y el desenlace final de las Guerras napoleónicas. Fue además el último enfrentamiento militar en el que participa Napoleón Bonaparte, tras el cual es exiliado en la isla Santa Helena, donde finalmente fallece en 1821. Como consecuencia de la guerra se producen cambios radicales políticos y territoriales en Europa, mientras que Francia pierde su papel como la potencia dominante en Europa y ocurre la Restauración Borbónica.
Siete Guerras de Coalición ocurren 1792 y 1815; primero las Guerras revolucionarias francesas entre 1792 y 1802, y luego las Guerras napoleónicas entre 1802 y 1815. La Primera República Francesa prevalece ante la Primera Coalición en 1798 y ante la Segunda Coalición en 1802, a pesar de una serie de derrotas iniciales. Una vez que Napoleón Bonaparte asume el poder en 1799 (y más tarde en 1804 es proclamado emperador) las fuerzas francesas derrotan la Tercera Coalición en 1805 (en la Batalla de Austerlitz), la Cuarta Coalición en 1807 (en las Batallas de Jena, Eylau, y Friedland) y la Quinta Coalición en 1809 (en la Batalla de Wagram). Napoleón invade Rusia en 1812, entrando con éxito en Moscú, pero encuentra una ciudad abandonada y quemada hasta sus cimientos. La desastrosa retirada en medio del invierno ruso, sin fuentes de abastecimiento y constantes ataques, le causaron una derrota aplastante.

Las fuerzas napoleónicas pierden la Guerra de la Sexta Coalición en 1814 con lo que el Luis XVIII de la casa Borbón es restaurado en el trono Francés y Napoleón es desterrado en la isla de Elba, en Italia. Sin embargo, logra escapar y organiza nuevamente un ejército con el que entra triunfante en París el 20 de marzo de 1815. Así inicia el período conocido como los «Cien Días», lapso en el que se organiza la Séptima Coalición entre el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria, los Países Bajos y cierto número de estados alemanes con el compromiso de acabar definitivamente con el nuevo gobierno de Napoleón en Francia. El desenlace final de la guerra se decidiría en la Batalla de Waterloo.
Los 100 días
Durante los 100 días a partir de la entrada de Napoleón en París el 20 de marzo el Imperio Francés revivió, aunque por ese breve período de tiempo. El emperador nuevamente unifica al pueblo francés, prometiendo en esta ocasión un régimen auténticamente liberal con un verdadero parlamento y elecciones auténticas; pero nunca tuvo oportunidad de demostrar si si promesa era sincera. Las potencias europeas y sus aliados, reunidas en el Congreso de Viena el 13 de marzo, declararon a Napoleón como proscrito y firmaron el Tratado de Alianza contra Napoleón el 25 de marzo, en el que se comprometieron a aportar 150 000 tropas cada una para el conflicto que estaba por comenzar. Así comienza la Guerra de la Séptima Coalición.
Campaña de Waterloo
La Campaña de Waterloo comprende a todos aquellos combates ocurridos en Bélgica entre las tropas francesas contra destacamentos prusianos desde el inicio de hostilidades el 15 de junio de 1815 hasta la retirada final del ejército francés después del 18 de junio. Destacan la Batalla de Ligny, la Batalla de Quatre Bras y la Batalla de Wavre.
Evento | Fecha | Desenlace |
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Llegada a Chaleroi | Los prusianos fueron expulsados | |
Batalla de Quatre Bras | Sin claro ganador. Retirada prusiana. | |
Batalla de Ligny | Victoria francesa | |
Batalla de Waterloo | Decisiva victoria aliada | |
Batalla de Wavre | y | Victoria técnica francesa. Importante estrategia para los aliados. |
Batalla de Waterloo
El 18 de junio de 1815 los ejércitos ingleses y prusianos libraron la batalla final contra el ejército napoleónico en las cercanías de Waterloo, a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas. El ejército británico estaba al mando del Duque de Wellington, mientras que el prusiano estaba al mando del mariscal de campo Gebhard Leberecht von Blücher.
El inicio de la batalla se retrasó varias horas mientras Napoleón esperaba que secara lo suficiente el campo de batalla donde había llovido la noche anterior. Esto era necesario para que el suelo pudiese soportar el peso de la artillería de campo francesa, el arma más temida de la época. Alrededor de las 11:30 de la mañana se inicia el combate. Las tropas de Wellington responden al ataque frontal de Napoleón, mientras esperan a los refuerzos prusianos. Wellington tenía la granja fortificada de Hougoumont protegiendo su flanco derecho, y varias otras granjas en su flanco izquierdo, lo que era un problema estratégico para los franceses. El barro y la humedad también estorbaron a la infantería y la caballería. Cuando finalmente la artillería francesa abre fuego, el terreno húmedo y embarrado absorbió el impacto de muchas de las balas de cañón, aunado al hecho que Wellington había desplegado a la mayoría del ejército aliado detrás de la cima, para proteger a sus tropas de la artillería.
Napoleón planificó atraer la reserva de Wellington al flanco derecho en defensa de Hougoumont, pero esto eventualmente se convierte en una batalla dentro de otra, cuya defensa a lo largo del día requirió miles de valiosas tropas francesas en un ataque sin frutos, mientras casi todas las reservas de Wellington continuaban posicionadas en su centro.
Alrededor de las las 13:30, Napoleón ordena al mariscal Ney enviar a la infantería de d’Erlon adelante contra el centro izquierda de Wellington, pasando al este de la granja de La Haye Sainte, para atacar la 1ra brigada belga-holandesa comandada por el mayor general Willem Frederik van Bylandt. Jerome Bonaparte, hermano de Napoleón, estuvo presente en el ataque.
Los franceses bombardearon intensamente con artillería a las tropas de van Bylandt por varios minutos, forzando su retirada al otro lado de la colina, entre las líneas de la división del teniente general Thomas Picton, que contaba con unidades veteranas curtidos en combate durante la Guerra de la península ibérica. La división de Picton avanzó sobre la cima de la colina para enfrentarse a la infantería francesa de d’Erlon. Los británicos eran destrozados por los inclementes ataques de artillería, pero permanecían firmes, y finalmente logran rechazar el ataque francés con la caballería pesada comandada por lord Uxbridge y la famosa carga de los Scots Greys. Pero esta espectacular hazaña tuvo un alto costo para la caballería, que jugó un pequeño papel durante el resto de la batalla.
Napoleón abandona inesperadamente el campo de batalla a las primeras horas de la tarde. Fue entonces cuando Ney confunde una maniobra aliada para reposicionar sus tropas detrás de las colinas con una retirada general. Sin consultar ordena el avance de los regimientos, uno tras otro, hasta que un masivo contingente de 5000 efectivos de caballería avanzaba subiendo la pendiente. Los ataques franceses fueron repelidos por la infantería aliada, que eran vulnerables a la artillería o a la infantería, pero fatales para la caballería. El fuego de la artillería británica hace merma en la caballería francesa que debe retroceder para reagruparse. De inmediato, los decisivos contraataques de los regimientos de la Caballería Ligera británica y la Brigada de Caballería pesada holandesa terminaron por desbaratar la desordenada ofensiva imperial francesa. La caballería francesa fue destrozada.
Casi al mismo tiempo, los prusianos expulsaban a los franceses fuera del pueblo de Plancenoit, que estaba en el extremo izquierdo británico del campo de batalla.
El frente francés comenzaba a desintegrarse ante el avance de los ejércitos aliados. La última fuerza francesa coherente eran los regimientos de la Guardia Imperial estacionados alrededor de La Belle Alliance, la guardia personal de Napoleón. Napoleón intenta defender su posición hasta que fue persuadido de que la batalla se había perdido y que debía retirarse. La caballería británica y aliada persiguieron a los franceses hasta las 23:00 de la noche, mientras que los prusianos persiguieron toda la noche al remanente del ejército francés.
Batalla de Wavre
Al mismo tiempo que ocurría la Batalla de Waterloo, se desarrollaba la Batalla de Wavre el 18 y 19 de junio. Tras una pausa por la noche, la batalla se reanudó la mañana siguiente.
Los prusianos se encontraban superados en número de dos a uno, y al final de la contienda se vieron forzados a la retirada, lo que representó la victoria para los franceses. Sin embargo, la batalla impidió a dos cuerpos de infantería del ejército francés y al cuerpo de caballería prestar apoyo a las fuerzas napoleónicas durante la Batalla de Waterloo que tuvo lugar paralelamente. El bloqueo de estas tropas efectivamente contribuyó con la victoria aliada en la campaña.
Consecuencias
Napoleón regresa a París el 21 de junio tras su derrota en Waterloo, pero ante el rechazo popular y la presión política, el 22 de junio abdica el trono en favor de su hijo de cuatro años, Napoleón II. Pero se trataba solo de una formalidad, ya que se encontraba en Austria.
Entretanto, las tropas de la Séptima Coalición invaden Francia y pretenden detener a Napoleón. El 1 de julio Von Blücher ocupa Versalles. El 8 de julio Luis XVIII de la casa Borbón es restaurado en el trono francés. El 10 de julio, Napoleón finalmente se rinde.
Napoleón es exiliado nuevamente, esta vez en la remota isla británica de Santa Helena, en el Atlántico Sur, donde fallece en 1821. No obstante, los bonapartistas no desaparecieron con el; surgió incluso una leyenda napoleónica que disimulaba los errores y fracasos del emperador y lo describía como un campeón del liberalismo y del patriotismo, construyendo el camino para el advenimiento eventual de otro Napoleón en el poder en 1848.
La derrota de Napoléon en la Batalla de Waterloo significó la conclusión definitiva de las Guerras napoleónicas y el fin del Primer Imperio Francés. El 9 de junio de 1815 se firma en Austria el «Acta Final» del Congreso de Viena, en la cual participaron delegaciones europeas que negociaron la reorganización política y territorial de Europa, aunque la mayoría de las discusiones se llevaron a cabo en reuniones informales entre las grandes potencias: Austria, Gran Bretaña, Francia, Rusia y en ocasiones Prusia. En consecuencia, Francia pierde todas sus conquistas territoriales en Europa y sus fronteras vuelven a ser las mismas que eran durante el Antiguo Régimen, antes de la Revolución francesa en 1789. Francia ya no era la potencia dominante en Europa continental y las potencias victoriosas reforzaron su posición en el continente. Prusia anexó pequeños estados alemanes al oeste, Pomerania sueca, y un 60% del Reino de Sajonia. Austria obtiene Venecia y gran parte del norte de Italia. Rusia anexa la mayor parte del Ducado de Varsovia (Polonia). Mientras que el nuevo Reino de los Países Bajos fue creado, incluyendo un territorio que a partir de 1830 se convierte en Bélgica.