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Bélgica (en neerlandés, België; en francés: Belgique, en alemán: Belgien; en inglés: Belgium), nombrada oficialmente como «Reino de Bélgica», es un país ubicado en el occidente de Europa que bordea con Francia al sur, Alemania y Luxemburgo al este, Holanda al norte y tiene una costa al noroeste en el mar del Norte al frente del Reino Unido. Es una nación relativamente pequeña pero densamente poblada, con unos 11 millones en habitantes en poco más de 30 mil kilómetros cuadrados. En Bélgica se distinguen dos mayorías lingüísticas: el neerlandés (57%) y el francés (42%); pero casi el 1% de la población también habla alemán. La capital de Bélgica es Bruselas, donde se encuentra la principal sede administrativa de la Unión Europea (UE).
El nombre Bélgica proviene de la provincia romana Gallia Belgica (del latín) que ocupó los actuales territorios de Holanda, Luxemburgo y Bélgica entre 22 a.C. y el siglo V. Cuando el Imperio Romano de Occidente colapsa entre los siglos V y VI, los territorios de Gallia Belgica fueron invadidos por tribus germánicas. Uno de estos pueblos, los francos, se establecieron en Germanía inferior y se expandieron a la actual Bélgica y el norte de Francia bajo el gobierno de la dinastía merovingia que luego fueron sucedidos por la dinastía carolingia. Las tierras de los francos, que habían sido divididas y reunificadas en varias ocasiones bajo las dinastías merovingias y carolingias, fueron finalmente divididas entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico. Durante la Edad media, las zonas de Flandes localizadas al oeste del río Escalda entraron a formar parte de Francia, pero el resto de Flandes y los Países Bajos pasaron al poder del Sacro Imperio Romano Germánico.
Después del régimen de Borgoña en los Países Bajos entre 1363 y 1477, las provincias del sur (que ocupaban un área más o menos a las actuales Bélgica y Luxemburgo) y las provincias del norte (que ocupaban un área aproximada a lo que actualmente es el Reino de los Países Bajos) estuvieron vinculadas con las dinastías austriacas de los Habsburgo y España. Como consecuencia de la Revuelta en 1567, las provincias del sur estuvieron sujetas a España (1579), a los Habsburgo de Austria (1713), a Francia (1795) y finalmente fueron unificadas con los Países Bajos en 1815. La unión de Bélgica con los Países Bajos se rompió con la Revolución de 1830, pero Luxemburgo permaneció unificada con los Países Bajos.