Virreinato de la Nueva España

El virreinato de Nueva España fue fundado el 8 de marzo de 1535 luego del derrumbe de la vieja capital azteca de México con el fin de fundar una nueva ciudad de aspecto europeo. El primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, y la capital del virreinato fue la Ciudad de México establecida sobre

Para la historia el virreinato de nueva España se llevó a cabo a mediados de los siglos XVI al XIX, todo esto, abarcando grandes territorios de Norteamérica como lo fueron Estados Unidos y México y de Centroamérica, Asia y Oceanía. Mediante los siglos de colonización española, que fueron tres, gobernaron el imperio dos familias reales -Habsburgo y la de los Borbón- y para la Nueva España hubo 63 virreyes provenientes de la alta nobleza castellana.

La Nueva España estuvo constituida por un gobierno que se especializó en presentar una amplia y compleja organización que estuvo formada por varios entes que llegaron hasta las más pequeñas localidades novohispanas. El Rey de España –para aquel entonces- fue la primera autoridad con máximo poder y ley suprema. Desde España, los reyes gobernaron México, con el propósito de enfocarse en los informes que recibían para delegar autoridad en organismos que actuaban en su nombre.

El gobierno de las colonias americanas, conformado por el Rey, fue seguido por un grupo de ministros nombrados por el rey los cuales fueron conocidos como  Supremo Consejo de Indias las labores que estos comprendían iban desde trabajos administrativos, financieros y eclesiásticos con una representación real en las decisiones, sentencias, leyes y acuerdos. Asimismo, el consejo creó la base legal y jurídica de la Nueva España sustentada en cédulas y decretos por los reyes españoles para las colonias, con el nombre de Leyes de Indias (1542).

Época colonial de México

En la época colonial de México que comenzó, como hemos mencionado, en el siglo XVI con los españoles que eran dirigidos por Hernán Cortés para la conquista de la antigua México-Tenochtitlan. Fue de esta manera como se creó la Nueva España, que no fue más que la etapa donde se denominó la actual ciudad de México con el nombre de Virreinato debido a que el país, mediante el tiempo que duró, estuvo gobernado por el delegado del rey de España que tenía el título de virrey.

Actualmente no se conoce, a ciencia cierta, una época que comprenda un número decimal redondo a diferencia de la época colonial debido a que va que específicamente desde 1521, cuando fue derrumbado en poder de los españoles la vieja ciudad de México-Tenochtitlan, terminando precisamente con en la declaración de la Independencia de México en 1821.

Es de esta manera como el periodo de la Colonia el cual ya tiene 300 años se encuentra fraccionado  en tres periodos, principalmente corresponde al siglo XVI abarcando todo el acontecer que vivió  la Nueva España desde 1521 hasta 1600, seguidamente el del siglo XVII que comprende lo sucedido entre 1601 y 1700 y por último el del siglo XVIII mexicano y que va de 1701 y 1800. Sin dejar a un lado los años que todavía son parte de la historia colonial, 21 años para ser exactos,  que faltan para llegar a 1821 y que ya forman parte del siglo XIX.

Existen historiadores que le otorgan, a finales del Virreinato, el nombre de “período de transición” porque la lucha que inició por Miguel Hidalgo y Costilla contra la coacción del gobierno español en la Nueva España comenzaba en 1810 originando así el nacimiento de México. Esto se resume en lo relevante que fue la época de la Colonia gracias a las determinaciones tanto para la historia de México como nación independiente y para la historia de todo Occidente debido a que a partir de ese momento América comenzó a pertenecer al mundo que hasta entonces conocían los europeos.

Una de las religiones que más salió a relucir en esta época fue, la católica, por medio de que obtuvo nuevos y significativos territorios, aparte de eso en aquel tiempo también cambió el lenguaje, la apariencia de las ciudades, las expresiones culturales-artísticas y se inició el mestizaje, que fue lo que permitió la combinación que definió el contexto actual que tienen hoy en día todas las naciones llamadas latino o hispanoamericanas.

En cuanto al análisis que se deduce por lo complejo que ha llegado a ser la época colonial de México se concluye que el dominio español se dio luego de la conquista militar y la conquista espiritual que llevó a entrar en contexto temas como: el establecimiento de las ciudades españolas, cómo estaba constituido y cuál era el funcionamiento del gobierno colonial. El factor importante radicó en los entes eclesiásticos, los nuevos mecanismos de moral y los sedimentos de la que estaba compuesta la sociedad colonial.

En  cada siglo comprendido -XVI, XVII y XVIII-  el arte cultural en la Colonia presentó escenarios particulares de donde salieron personajes que al final tenían que terminar con la colonia y con la dependencia de España. Todo esto en base a la vida cotidiana y el crecimiento del criollismo.

Territorios ocupados en la Nueva España

El territorio comprendió una gran parte dejando como centro natural el valle de México. De acuerdo al soporte del monumental Tenochtitlan, se levantó la ciudad de México, lugar de la corte virreinal mediante todo el período colonial. El primer virrey para 1535 fue Antonio de Mendoza y Pacheco quien fue nombrado primer Virrey de Nueva España. Para aquel entones la labor del Virrey, además de representar directamente la corona española se basaba en la organización política y amparo del territorio junto con otros gobernadores de las provincias y ayuntamientos. Con la llegada del primer Virrey fue que llegó la imprenta a México, y la construcción de escuelas.

Es importante resaltar que antes de que el primer virrey pisara la Nueva España la nación estuvo administrada por audiencias inicialmente en los años -1528 a 1531- cuando sucedieron diversos atropellos hacia las comunidades indígenas que fueron sustituidas por una segunda gobernación -1531 a 1535- donde la administración fue más bondadosa con los pobladores originarios, ofreciéndoles buenos tratos y prohibiendo la esclavitud a la que habían sido sometidos.

La comunidad de Nueva España padeció problemas en de todo el período colonial, donde se dificultó visualizar con exactitud su número el número de altibajos vividos. Varios investigadores de la natalidad americana han dado a conocer cifras de población muy disímiles gracias a la carencia y poca confianza en los impuestos y en la información  sobre la población regional americana.

España marcó fuerza en la europeización de las tierras conquistadas, con el levantamiento de la nueva capital,  introduciendo entes políticas occidentales como lo fueron las iglesias y entre otras instituciones ya nombradas. Luego de ser tumbados las últimas señales de domino indígena en manos de Hernán Cortés, nombrado como Capitán General de la región, la ciudad deció constituir  nuevas tierras como un virreinato, delegando la función de virrey sobre Antonio de Mendoza, en 1536.m. El Virreinato de Nueva España ocupó, en su máxima extensión, América Central, las Antillas, el centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas.

Los límites del virreinato comprendieron, por el sur, toda la América Central -Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica- menos la gobernación de Castilla de Oro con la estratégica ciudad de Panamá. Por el este, incluyó al golfo de México y al mar de las Antillas. Pero, el territorio isleño compuesto por las pequeñas y grandes Antillas (Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico entre otras) no formaron parte de Nueva España, constituyendo gobernaciones independientes.

Al norte, la frontera del virreinato fue marchando gradualmente mientras las tropas disminuían la resistencia que oponían los preocupados pueblos chichimecas. La jurisdicción de Nueva España incluyó, al final,  gran parte de la zona occidental de los actuales estados de California, Texas, Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada y parte de Colorado, pertenecientes a Estados Unidos desde 1848. Hacia el oeste Nueva España limitaba con el Océano Pacífico mientras se le agregaba la administración de las Islas Filipinas, conquistadas en 1564 por la expedición de López de Legazpi.

Economía y comercio del Virreinato de la Nueva España

El choque demográfico originado tras la conquista fue grande por medio de un alto porcentaje de la población de origen que murió a causa de las enfermedades traídas desde Europa como por ejemplo la viruela y los demás sistemas de trabajo forzado a los que sometían los indígenas aceleraron el retraso demográfico que inició mediante los primeros años de la conquista. El lugar de los españoles y la posterior mezcla con los nativos dio origen a lo que se conoce, actualmente, como mestizos para convertirlos  en la raza predominante en la mayor parte de Latinoamérica.

En el plano económico, como en la mayoría de los virreinatos, la minería y el comercio también tuvo mayor importancia en el virreinato de Nueva España. El hallazgo de grandes yacimientos mineros percibió el interés  de la corona, que se instaló a explotarlos. Las minas se nutrieron, esta vez, de pobladores locales que necesitaban una mejor calidad de vida y de los ricos trabajos mineros se extraían lo que se conoce como: oro, plata, cobre y hierro.

 La producción de ciudades mineras, en cuanto a las minas, originó la evolución de nuevas explotaciones agrícolas y ganaderas enfocadas en su abastecimiento para que de la mano con la construcción de caminos se encontrara la salida a la producción de las minas. Con esto, se dio un importante impulso económico gracias al apoyo del trabajo de los aborígenes que se veían sometidos a un régimen explotador. La corona aplicaba el impuesto, conocido como el Quinto Real, del 20% del producto extraído con el apoyo de un conjunto de documentos hechos por el Papa Alejandro VI en 1494, mediante las cuales expresaba que  -todo el suelo y el subsuelo conquistado en América, pertenecería a España-.

 

El trabajo minero tenía beneficios frente a otros sectores productivos. Estos privilegios fueron creados en el diálogo económico predominante de la época que valoraba la riqueza en función de los metales preciosos que se obtenían (mercantilismo). Las primeras minas de Nueva España fueron Zacatecas, Pachuca, Fresnillo y Guanajuato.

La ordenación comercial estaba en manos de la Casa de Contratación con sede en Sevilla y de esta manera el monopolio y las políticas colocadas por la metrópoli  no permitieron un desarrollo insuperable en materia económica del virreinato. Por otra parte, el comercio directo con otras áreas del imperio estaban prohibiendo las medidas proteccionistas que llevaron a la cima actividades ilícitas como la piratería o el contrabando que fueron obligadas por la Corona para la  búsqueda de nuevos mercados e impulsadas por comerciantes locales que buscaban saltarse las medidas impositivas y restrictivas.

 A comienzos del siglo XVIII, tras la extinción de la casa de los Habsburgo y el ascenso de los Borbones en España (Guerra de Sucesión), se apuntaron una serie de cambios en Nueva España, así como en los otros virreinatos, que de manera anticipada se habían aplicado ya a la España peninsular, conocidas como Reformas Borbónicas. Estas reformas adquirieron un carácter ilustrado que iba  con el pensamiento de la época que tenía como fin modernizar el país, y en el caso de Nueva España, la administración colonial. Las reformas comenzaron a aplicarse en el ámbito eclesiástico donde redujo el poder del Arzobispado y se indicó la expulsión de los jesuitas y se desamortizaron parte de los recursos de la iglesia.

Administración del virreinato

Uno de los cambios principales y fundamentales fue el que se dio en el ámbito administrativo junto con la introducción de las intendencias. Este nuevo sistema eliminó a los reinos y comandancias logrando dividir el territorio en intendencias concentrando el poder y la fuerza en la figura del intendente. El ejército también se vio afectado por los cambios y el combate por la toma de varios territorios americanos entre ellos: las potencias coloniales la cual impulsó a la nueva administración borbónica a instruir y colocar un ejército único para Nueva España.

Por otra parte la tropa peninsular se había encargado de defender al virreinato de las fuerzas de afuera y seguir con el orden ante los constantes pronunciamientos aborígenes. No obstante, también se presentaron cambios de a nivel económico gracias a que la administración borbónica se esmeró en aumentar el reembolso proveniente del comercio con la finalidad de destruir y liberar extensos monopolios. Todo en conjunto logró que con la nueva administración y la economía de Nueva España, se crearan nuevas escuelas con la implementación de modernos mecanismos de trabajo, hubo un crecimiento financiero y se redujo la carga fiscal durante una notable liberalización del sector.

Finalmente todos los cambios estuvieron orientados a enfocarse en un poder administrativo de la corona para modernizar el sistema productivo mientras se llevaba a cabo el práctico funcionamiento  de las ideas ilustradas que durante años fueron una influencia notoria para un sector de los monarcas europeos.

 


Esta web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y su correcto funcionamiento.    Política de cookies
Privacidad