La Guerra hispano-estadounidense o Guerra hispano-americana, denominada en España como «Guerra de Cuba» o «Desastre del 98», en Cuba como «Guerra hispano-cubano-norteamericana», y en Puerto Rico como «guerra hispanoamericana», fue un conflicto armado que enfrentó por casi cuatro meses a España contra Estados Unidos entre el y el , en el marco de la Guerra de Independencia cubana y en el contexto de la expansión imperialista europea de finales del siglo XIX. El resultado de la guerra fue la derrota de España, en la que pierde sus últimas posesiones coloniales en el continente americano. La isla de Cuba se proclama como república independiente pero queda bajo la tutela de Estados Unidos; mientras que Puerto Rico, Filipinas y Guam pasaron enteramente a ser dependencias coloniales de Estados Unidos. El resto de las posesiones españolas se negociaron con el Imperio alemán en mediante el tratado hispano-alemán, por son cedidas las Marianas (excepto Guam), las Palaos y las Carolinas.
El Reino de España fue la primera nación europea en colonizar el continente americano a partir de 1492. Durante más de cuatro siglos fue uno de los mayores imperios en la historia, solo superado por el Imperio británico, el Imperio mongol y el Imperio ruso. Sin embargo, para 1825 la mayoría de las colonias de Hispanoamérica habían declarado su independencia, consolidando un proceso de descolonización. Pero no fue hasta el que se inicia el proceso de independencia en la isla de Cuba. Tras varios años de guerra, en el gobierno de los Estados Unidos reclamó a España que el conflicto afectaba sus intereses en la isla. El hundimiento del acorazado estadounidense USS Maine el , que se encontraba en la Bahía de La Habana, precipitó el ingreso de Estados Unidos al conflicto.

Con la entrada de Estados Unidos en la guerra los combates se trasladaron de tierra a los mares. Los principales enfrentamientos se llevaron a cabo en Cuba y Puerto Rico (en el mar Caribe), así como en las Filipinas y Guam (en Asia y el océano Pacífico). Las tropas estadounidenses eran superiores a las españolas, pero además se encontraban apoyadas por las fuerzas cubanas al mando del general Calixto García. Ademas, las flotas realistas no pudieron enfrentar a los modernos acorazados de la armada estadounidense. Con los ejércitos españoles derrotados en Cuba y Filipinas, y ambas armadas completamente destruidas, se firmó el Protocolo de Paz el . Después de dos meses de negociación se firmó el Tratado de París por el que España pierde sus última posesiones coloniales.
Antecedentes
Doctrina Monroe
Gran parte del siglo XVIII y ya entrado el siglo XIX, el continente europeo se encontró plagado de guerras y conflictos que siempre terminaban por reflejarse en las colonias americanas. A partir de 1803 estallan las Guerras napoleónicas. En 1808 Napoleón Bonaparte invade España y obliga al rey Fernando VII a abdicar el trono. Esto fue un detonante para que, entre 1810 y 1825, las colonias españolas en América emprendieran insurrecciones que desembocaron en una guerra continental por la independencia.
En medio de una guerra continental por la emancipación, el presidente estadounidense James Monroe estableció la política exterior conocida como la «Doctrina Monroe», que postulaba el rechazo de toda injerencia europea en el continente americano, a la vez que se promulgaba que todo esfuerzo para colonizar o recuperar colonias en América sería considerado como un acto de agresión que requeriría la intervención estadounidense.
Imperialismo europeo
Desde mediados del siglo XIX, particularmente a partir de 1870, las potencias europeas (especialmente Gran Bretaña) se encontraban en medio del auge de una Revolución industrial y necesitaban encontrar nuevos mercados y materias primas. Esto era imperante para sostener la producción y diversificar el comercio. Entonces se desarrolló un proceso de expansión colonial en territorios de África, Asia y el Pacífico. Las grandes potencias se disputaban aquellos territorios que deseaban colonizar, ya sea por sus riquezas en materias primas o para absorber la sobreproducción industrial. Los territorios eran negociados o se iba a la guerra.
De esta forma, las potencias europeas se reúnen en la Conferencia de Berlín de 1884 donde reparten sus áreas de expansión en el continente africano, con la finalidad de evitar el estallido de una guerra entre ellas. Otros acuerdos similares sirvieron para delimitar zonas de influencia en Asia y especialmente en China, donde se diseñó un plan para desmembrar al país, pero que no pudo materializarse debido al inicio de la Primera Guerra Mundial.
Expansionismo estadounidense
Estados Unidos no participó en el reparto de África o Asia, pero mantuvieron una política expansionista durante la mayor parte del siglo XIX, estableciendo un área de influencia comercial en la región del Caribe y en el Pacífico donde se formaron numerosos mercados y emprendimientos. Esta política expansionista fue generalmente pacífica y se limitaba al comercio y la protección de los intereses privados estadounidenses; pero este período también vio al territorio de los Estados Unidos expandirse físicamente desde la costa del Atlántico donde estaban confinadas las Trece Colonias, hasta costa del Pacífico, con regiones que previamente eran posesiones de México-España, Gran Bretaña o Francia. No sería entonces descabellado pensar que existió el interés de anexar otros territorios, de manera similar como ocurrió con la anexión de Texas, o en su defecto abrir nuevos los mercados al estadounidense.
Guerra de independencia cubana
La Guerra de Independencia cubana inició el 24 de febrero de 1895 con el levantamiento simultáneo de localidades a lo largo de la isla, en lo que se conoció como el Grito de Baire. Era uno de los últimas conflictos americanos contra el Reino de España. Los levantamientos en la región central de la isla, como Ibarra, Jagüey Grande y Aguada, tuvieron poca coordinación y fallaron. Los líderes fueron capturados, algunos deportados y otros ejecutados. En la provincia de la Habana la insurrección fue descubierta antes que comenzara. La capital envió tropas a la provincia sublevada, suspende las garantías constitucionales y aplica censura a la prensa.
En octubre de 1895 se inicia la Invasión de Oriente a Occidente, una estrategia de los secesionistas para expandir la contienda hacia todo el territorio cubano para obligar a España a enfrentar la revuelta simultáneamente en las seis provincias de la isla. La invasión se prolongó por 92 días de lucha frontal. El mando español fracasó en su intento para contener y rechazar a los invasores a pesar del incremento constante de tropas españolas, la política de reconcentración y la abrumadora superioridad de su ejército.
A finales de 1897 el gobierno de los Estados Unidos reclama a las autoridades españolas que la guerra afectaba sus intereses en la isla y exigió reformas para lograr la paz. El gobierno central otorgó una amplia autonomía e inició una serie de reformas políticas, eligiendo un nuevo parlamento bicameral, en unos comicios ganados por el autonomismo moderado. Sin embargo, los rebeldes cubanos rechazaron la posibilidad de un arreglo pacífico, convencidos de continuar luchando hasta lograr la independencia.
Hundimiento del USS Maine
En enero de 1898, el acorazado estadounidense USS Maine fue enviado desde Cayo Hueso, Florida, hacia La Habana, Cuba, para proteger los intereses estadounidenses durante la guerra de Independencia cubana. Tres semanas después, 15 de febrero de 1898 a las 21:40, ocurre una explosión a bordo del Maine encontrándose en el puerto de la Habana. La mayor parte de la tripulación, 266 hombres perdieron la vida en la explosión, y otros ocho fallecen más tarde por la gravedad de sus heridas. Sólo hubo 89 supervivientes, de los que 18 eran oficiales que descansaban en la parte trasera del buque.
La prensa estadounidense dio una intensa cobertura informativa sobre el suceso, pero en muchos casos exageraron y distorsionaron la información. La opinión pública estadounidense se encontraba agitada y fue conducida a un estado de histeria. La destrucción del Maine no provocó una inmediata declaración de guerra contra España, pero creó una atmósfera que prácticamente impedía una solución pacífica.
Se ordenaron varias investigaciones casi de inmediato. El gobierno de España encargó una investigación a los oficiales navales Del Peral y De Salas, quienes determinaron como la causa de la explosión, la combustión espontánea del carbón almacenado en las carboneras, que se encontraban localizadas junto a los almacenes de munición del USS Maine. La prensa estadounidense no informó sobre estas conclusiones.
La armada estadounidense ordenó también una investigación poco después del hundimiento, constituyendo una comisión encabezada por el capitán William T. Sampson. La comisión concluyó que el Maine había sido volado por una mina, la cual había causado la explosión de los almacenes de munición de proa. Llegaron a esta conclusión basándose en los testimonios que aseguraban haber escuchado dos explosiones y sobre el hecho que esa parte de la quilla estaba doblada hacia adentro. Pero muchos de los testimonios eran contradictorios.
Se han realizado investigaciones más recientes en 1911 1974, 1998 y 2002, cuyas conclusiones también han sido contradictorias. En 1911 la armada estadounidense ordenó un segundo tribunal de investigación para realizar una investigación más a fondo, sin el riesgo de la guerra. También llegaron a la conclusión de que una explosión externa había provocado la explosión de las almacenes de munición. En 1974 almirante Hyman G. Rickover, intrigado por el desastre, inició una investigación privada en 1974, llegando a la conclusión que la explosión no estuvo causada por una mina, pero especuló como causa la entrada en autocombustión del carbón que se encontraba en las carboneras cercanas a los pañoles de munición. En 1998 una investigación del Nactional Geographic basada en modelos computarizados no llegó a una conclución definitiva pero reforzó los argumentos a favor de la explosión de la mina. En 2002, The History Channel produjo un episodio de la serie de documentales «Unsolved History», donde llegaron a la conclusión que la causa de la explosión fue en el carbón de las carboneras, y se identificó un punto débil en el mamparo que separaba las carboneras de los pañoles de munición, que podría haber permitido que el fuego pasara a los almacenes de munición.
Guerra hispano-estadounidense
El hundimiento del USS Maine precipitó la Guerra entre Estados Unidos y España. España no estaba preparada militarmente para enfrentarse con Estados Unidos. El ejército estadounidense tampoco estaba completamente preparado para la guerra, pero el resultado de un conflicto de esta naturaleza dependería de la capacidad naval. España no poseía ninguna capacidad de respuesta ante los nuevos acorazados estadounidenses: Indiana, Iowa, Massachusetts, y Oregón; que conformaban la espina dorsal del escuadrón del Atlántico Norte. En el Pacífico no era diferente. Los cruceros del escuadrón asiático bajo el bajo del comodoro George Dewey eran superiores a los anticuados navíos españoles. Los navíos de la armada estadounidense también estaban mejor preparados, gracias a su participación en maniobras de combate, así como a sus adecuadas provisiones de combustible y municiones.
El 19 de abril de 1898 fue aprobada una resolución por el Congreso estadounidense apoyando la independencia cubana que demandaba la retirada de las fuerzas españolas en Cuba, al mismo tiempo autorizando al presidente de Estados Unidos a usar la fuerza militar necesaria para apoyar a Cuba en su proceso de independencia frente a España. El ultimátum fue enviado a España el día siguiente, el 20 de abril. En respuesta, España rompe relaciones diplomáticas con Estados Unidos el 21 de abril. Ese mismo día la armada estadounidense establece un bloqueo naval en Cuba. El 23 de abril, España amenaza con declarar la guerra en caso que los estadounidenses invadieran el territorio cubano. El 25 de abril el Congreso estadounidense declara que un estado de guerra entre Estados Unidos y España existía (retroactivamente) de facto desde el 21 de abril, el día en el que comenzó el bloqueo naval.
Teatro del Pacífico
El primer enfrentamiento ocurrió en Filipinas, en la Bahía de Manila, el 1 de mayo de 1898. El escuadrón bajo el mando de George Dewey entró a la bahía antes del amanecer, destruyendo completamente con con artillería los barcos españoles anclados. Los estadounidenses solo sufrieron siete hombres heridos, sin bajas. Dewey mantuvo el control de la bahía mientras una fuerza militar fue enviada para asistirlo en la toma en la ciudad de Manila. Para finales de julio un contingente militar con unos 11 000 tropas estadounidenses bajo el mano del general Wesley Merritt arribaron a Filipinas, y ocuparon Manila el 13 de agosto.
Teatro del Caribe
Cuando Estados Unidos declara la guerra, una flota española con cuatro cruceros blindados y tres destructores, comandados por el almirante Pascual Cervera y Topete, partieron de las islas de Cabo Verde en África con destino al Caribe. No se conocía su paradero hasta mediados del mes de mayo, cuando fue localizada en el puerto de Santiago, en la costa sur de Cuba. A continuación, el Escuadrón del Atlántico Norte bajo el mando del contralmirante William T. Sampson, en conjunto con el llamado «Flying Squadron» bajo el mando de comodoro Winfield Scott Schley, bloquearon la entrada del puerto de Santiago.
Al mismo tiempo los estadounidenses organizaron un ejército de regulares y voluntarios que embarcó desde Tampa y desembarcó en la costa cubana al este de Santiago de Cuba. El objetivo estadounidense era atrapar a las fuerzas españolas entre el ejército y la armada, para así obligar una rendición o precipitar un combate. El 1 de julio las tropas estadounidenses penetraron las defensas externas de Santiago. Pero su precaria posición, sumada a la generalizada incidencia de malaria y otras enfermedades, casi provoca el retiro de las tropas para esperar refuerzos. El 3 de julio, Cervera recibe ordenes de la Habana e intenta sacar su escuadrón del puerto de Santiago hacia el oeste, a lo largo de la costa. Tras la batalla que siguió, todos los navíos españoles resultaron encallados, quemados o hundidos; mientras las pérdidas estadounidenses fueron insignificantes. Santiago de Cuba se rinde el 16 de julio.
El 25 de julio, el general estadounidense Nelson A. Miles desembarca en Guánica con unos 3 300 soldados, dando inicio a la campaña militar en Puerto Rico, donde se enfrentan con tropas españolas y portorriqueñas a su llegada. Más tarde se llevan a cabo los combates de Yauco, Fajardo, Guayama, Coamo y Asomante. Aunque los estadounidenses no llegan a ocupar la isla de Puerto Rico por completo, la guerra estaba por terminar. La contienda llegaría a una apresurada conclusión como consecuencia de las rápidas y decisivas operaciones navales como el bloqueo naval en Cuba, y el bombardeo de las fortificaciones españolas en San Juan de Puerto Rico desde los acorazados USS Iowa y USS Nueva York.
Negociaciones de paz
A finales de julio de 1898, la Guerra hispano-estadounidense se encontraba cercano a un desenlace rápido y previsible. Los estadounidenses poseían una abrumadora superioridad armamentística a la que los españoles no tenían manera de contrarrestar.
Todavía en estado de guerra, los españoles comenzaron a negociar el cese de las hostilidades mediante la diligencia del embajador francés en Washington D.C., Jules Cambon. En España se temía la posibilidad que el conflicto se trasladara al otro lado del Atlántico, lo que podría poner en peligro a las islas Canarias, las islas Baleares y otras posesiones españolas en el norte de África y Guinea Ecuatorial. Las negociaciones se llevaron a cabo en el Ministerio de Asuntos Exteriores en París desde el 1 de octubre de 1898.
El 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París. España no tuvo otra opción que aceptar todas las condiciones impuestas por los Estados Unidos para terminar la guerra.
Consecuencias
La Guerra hispano-estadounidense trajo repercusiones político-territoriales que prevalencen todavía en el siglo XXI. España se ve forzada a firmar el Tratado de París de 1898 a través del cual renunciaron a sus reclamos sobre Cuba, que declaró su independencia (pero quedó bajo tutela estadounidense hasta 1902), asumieron la totalidad de la deuda externa cubana (una suma que ascendía a más de 400 millones de dólares) e igualmente se vieron obligados a ceder a Estados Unidos la soberanía sobre Guam y Puerto Rico. España también fue obligada a aceptar la suma de 20 millones de dólares por la compra de Filipinas. Adicionalmente, Estados Unidos también anexó el Estado independiente de Hawái durante el conflicto. De esta manera, la Guerra hispano-estadounidense aseguró la posición de los Estados Unidos como la potencia predominante en el Caribe y en el Pacífico.
La Guerra hispano-estadounidense y el Tratado de París significaron para España la perdida definitiva del remanente imperio colonial en el hemisferio occidental. El resto de las posesiones españolas en Oceanía como las Islas Marianas, las Carolinas y Palaos, fueron vendidas a Alemania en 1899 por 25 millones de pesetas, mediante el tratado germano-español. España se encontraba en una difícil condición naval, incapaz defender sus posesiones debido a su lejanía y la destrucción de gran parte de la flota naval española. La pérdida de las colonias, y muy especialmente de Cuba, provocó además una profunda crisis identitaria, política y cultural en España, iniciando un período de manifestaciones culturales, como la Generación del 98 o el Regeneracionismo, que se vieron marcados por la crisis y el contexto histórico.
Independencia de Cuba
En el Tratado de París, España renuncia a la soberanía sobre sobre Cuba, Puerto Rico y Filipinas; pero ninguna de estas tres colonias tuvo representación en las discusiones de paz entre Estados Unidos y España. El 24 de febrero de 1899, a dos meses del acuerdo de París, el general Máximo Gómez hace su entrada triunfal en la Habana al frente de su ejército. El viejo general dominicano lideró a los patriotas cubanos que apoyaron a los estadounidenses contra el ejército español durante la guerra de emancipación.
Puerto Rico y Filipinas continúan siendo colonias estadounidense en décadas por venir, mientras que Cuba continua bajo la tutela y ocupación estadounidense hasta 1902, período en el que es convocada una Asamblea Nacional Constituyente. La primera constitución cubana es aprobada el 12 de junio de 1901, la que incluyó la denominada Enmienda Platt, con la que el gobierno de Estados Unidos se reservaba el derecho de intervenir en los asuntos internos de la isla de considerarlo necesario. El 20 de mayo de 1902 nace la República de Cuba cuando es electo Tomás Estrada Palma como primer presidente.
Base de Guantánamo
Una vez concluida la Guerra hispano-estadounidense los norteamericanos ocuparon militarmente la isla de Cuba, estableciendo para tal efecto una estación naval en la Bahía de Guantánamo. El 23 de febrero de 1903, a unos meses de haber nacido la nueva república cubana, el gobierno de Estrada Palma firma el Tratado cubano-estadounidense por el cual el gobierno de Estados Unidos obtuvo un arrendamiento a perpetuidad sobre la Bahía de Guantánamo. En el acuerdo se reconocía la soberanía de Cuba, pero se estipulaba que Estados Unidos tendría completo control y jurisdicción sobre Guantánamo, con el propósito de operar estaciones carboneras o navales.
Anexión de Hawái a los Estados Unidos
El gobierno estadounidense empleó la Guerra hispano-estadounidense como pretexto para anexar el Estado independiente de Hawái. En 1893, un grupos de agricultores y empresarios hawaianos organizaron un golpe contra la reina Liliuokalani y establecieron un nuevo gobierno. Este grupo buscaba la anexión a los Estados Unidos, pero el entonces presidente Grover Cleveland rechazó sus propuestas. En 1898, durante el desarrollo de la Guerra hispano-estadounidense, el presidente McKinley y la opinión pública estadounidense se encontraban más favorables a la idea de adquirir las islas.
Quienes apoyaban la anexión argumentaban que Hawái era vital para la economía estadounidense, que podría servir como base estratégica para proteger los intereses estadounidense en Asia. También existía el argumento que si los Estados Unidos no adquirían las islas, otras naciones estarían interesadas. A solicitud del presidente McKinley, el Congreso declaró a Hawái como territorio estadounidense el 12 de agosto de 1898.
Puerto Rico como territorio no incorporado
Tras finalizar la Guerra hispano-estadounidense se forma una larga relación de Metrópolis-Colonia entre Estados Unidos y Puerto Rico. Desde 1898 la isla de Puerto Rico fue gobernada por el ejército estadounidense. En 1900 el Congreso de los Estados Unidos establece la Ley Foraker en el que se aprueba la creación de un gobierno civil que reemplazara al gobierno militar de ocupación. Puerto Rico era entonces administrado por el Departamento del Interior de los Estados Unidos, y el gobernador era nombrado directamente por el presidente de los Estados Unidos. Se aprobó la creación del cargo de Comisionado Residente, un representante de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos, pero sin derecho al voto.
En 1917 el Congreso de los Estados Unidos aprueba la Ley Jones en la que se le otorgó a los puertorriqueños la ciudadanía estadounidense. En 1922 la Corte Suprema de los Estados Unidos interpreta (Balzac v. Porto Rico) que la Ley Jones no expresaba que Puerto Rico se tratara de un territorio incorporado de los Estados Unidos. Opositores de esta legislación argumentaban que Estados Unidos imponía la ciudadanía estadounidense con el objetivo de reclutar a puertorriqueños en medio de la Primera Guerra Mundial.
En 1947 el Congreso de los Estados Unidos aprueba una legislación que les permite a los puertorriqueños elegir su gobierno mediante voto electoral por un término de cuatro años. En 1950 el Congreso estadounidense aprueba la Ley Pública 600, que permite la formación de una Asamblea Constituyente que dictase la Constitución de Puerto Rico, sujeta a posterior aprobación por el Presidente de los Estados Unidos y el Congreso. En 1952, Puerto Rico obtiene el status de Estado Libre Asociado, que es la situación política actual en la Isla.